LA TRASHUMANCIA EN MESONES
Bernardino Ibarzo me ha dado permiso para publicar este artículo, que trata del origen de la trashumancia en Mesones, escrito de su puño y letra, donde nos relata cómo los pastores de Mesones ante la falta de pasto, hubieron de salir a pueblos de Soria con sus ganados para que pudieran pastar, ya que en Mesones no había suficientes para todos, y así poder seguir manteniendo a sus familias. Es la historia de nuestro pueblo y sus gentes, que han debido de adaptarse con mucho sacrificio a los cambios de los tiempos para poder, no sólo subsistir, si no también para no abandonar el pueblo con destino a las grandes ciudades.
LA TRASHUMANCIA EN MESONES
La ganadería, junto a la agricultura de siempre han sido los pilares básicos de la economía de Mesones de Isuela, uno todavía recuerda en casi todas las casas del pueblo sus tocinos, las caballerías, el canto del gallo en la amanecida, las gallinas con sus pollicos por las calles, muchos rebaños pequeños y en la casa que no había ovejas, se tenían cabras para el consumo propio. Las llevaban los ganaderos por los pastos, también había vacas donde se compraba leche para el consumo propio (El Molinero, Marianete, Lázaro, etc.).
El país cambió, y muchos mesoneros emigraron buscando mejores horizontes, y los que nos quedamos tuvimos que plantearnos crecer o desaparecer, y así en el pueblo con el transcurso de los años han quedado menos rebaños y más ovejas.
Los años 70 del siglo XX fueron el comienzo de la Trashumancia en verano. En Mesones se partía hacia pueblos de la provincia de Soria. Los primeros fueron Primitivo Marco y Leoncio García, los segundos seguramente fueron los “Ibarzo” de la Cosumera, con Clemente Andrés con destino a Sauquillo de Alcázar. Los años siguientes fueron saliendo más rebaños juntando ovejas de varios ganaderos, como Antonio y Pedro Sisamón, los hermanos “Cimorra”, Ignacio Sánchez, Quevedo, José Sánchez, los “Claudios”, Antonio Sisamón e hijos, Emilio Gil, Santiago Delso, etc.
La ruta de la trashumancia de Mesones a Soria pasa por los términos de Illueca, Gotor, Jarque, Aranda, Malanquilla, entramos en la provincia de Soria por Ciria, y a partir de ahí cada uno toma la ruta del pueblo de destino.
La mayoría de los rebaños subieron pocos años, quedamos los de Escobosa, Valdespina, Miranda y Navalcaballo, y ahora sólo suben dos rebaños, los de Primitivo Gil y Antonio Sisamón, eso sí, con muchas ovejas.
Lo de la trashumancia, como muchas otras cosas, en pocos años solo será un recuerdo. El oficio de pastor, tal y como lo conocemos va camino de la nada, como antes lo han hecho otros muchos oficios de los pueblos, si no hay gente que siga, se acabó, el trabajo es muy esclavo y la rentabilidad muy pequeña, no quieren saber nada del oficio los jóvenes, y los que quedamos poco a poco por ley de vida lo iremos dejando.
Es triste lo que escribo, pero es la realidad, me gustaría equivocarme y que siguiera habiendo ovejas de aquí a unos años por los montes de Mesones.
Bernardino Ibarzo. Pastor trashumante de Mesones en Valdespina (Soria)
Autor del artículo: Bernardino Ibarzo, “Pastor”. Escrito en 2006 en Mesones de Isuela
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