EL “CAMINO DE LA VERA CRUZ” PODÍA PASAR TAMBIÉN POR MESONES





EL “CAMINO DE LA VERA CRUZ” PODÍA PASAR TAMBIÉN POR MESONES

 

Aunque no saque todos los artículos que tengo preparados del castillo (ya no habría más “sitio” para el libro), hay alguno que igual es conveniente sacar para que los investigadores se puedan interesar algún día por todo estovamos, interesarse, aunque solo sea un poco, por Mesones, para investigar sobre su pasado y darlo a conocer “al mundo”; MOTIVOS LOS HAY DE SOBRAS. Éste, sin duda, podría ser uno de estos artículos que tengo ya preparados. Ya que parecen existir algunas “referencias” que deberían, al menos, investigarse para comprobar su posible relación con los hechos de la historia.


Aunque, como ya sabemos, casi toda la historia de los templarios la hicieron desaparecer en determinados momentos; no solo al principio de la supresión de la orden, sino también en los siglos siguientes; vamos, que les dio tiempo de sobras para que casi no quedara NADA. Por ello, si no sabemos esto, muchos se extrañarán ahora de por qué no se ha sabido nunca la verdad sobre este castillo. El motivo, pues, es obvio. Desde un principio, por la condena del Temple, lo ocultaron todo, igual que están haciendo ahora otros (simplemente, porque no lo han descubierto ellos; y, quizás, para tapar sus “vergüenzas”; de momento, el “silencio” les vale, está claro, por la “dejadez” de otros).


La pista de este artículo me la diológicamente, el descubrir que alguien había puesto en un mapa un camino en la península Ibérica que llevaba por título “El camino de la Vera Cruz”, y que pasaba justamente por la comarca del Aranda (algo que jamás había oído; aunque ahora considero algo de lo más extraño; y es que parece que nadie se preocupa, ni se ha preocupado nunca, por determinadas cosas que resultan esenciales en el conocimiento de la propia historia, tanto de Aragón como de España; quizá, porque, desde un principio, se intentaron ocultar muchas cosas; como he dichoexactamente, igual que está pasando ahora; lo que nos lleva siempre, por culpa de unos pocos, a la más absoluta “ignorancia”; y esto no tiene perdón de nadie, cuando se descubra lo que están haciendo algunos)


Como podemos saber, el “Camino de la Vera Cruz” (claro está, uno de ellos) era una ruta templaria (llamado ahora también, Camino de los Templarios) que unía Europa, lógicamente, desde Francia, pasando por Pamplona (sería, pues, al principio, el camino navarro), hasta Caravaca de la Cruz, ciudad que convirtieron los templarios, como ya dije en un artículo de este blog (el de las “cruces templarias”), en el centro espiritual del mundo”, un lugar de peregrinaciónEste popular camino (aunque muy desconocido para nosotros, como digoestá entre las rutas de peregrinación en la historia más importantes del mundoCaravaca de la Cruz es la quinta ciudad santa de la Cristiandad, tras Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana.



Al igual que el camino de Santiago, éste es también, pues, de peregrinaje cuyo final es la basílica de la Vera Cruz donde los peregrinos se postran ante el Lignum Crucis, una astilla de la cruz en la que murió Jesucristo. Este gran camino de la Vera Cruz, como se le ha llamado, arrancaría en España desde Roncesvalles (Navarra) y va en la misma vereda que el camino de Santiago Francés hasta Puente la Reina, pero luego se separan para ir uno hacia Galicia y el otro a Caravaca. Los templarios fueron los custodios del Camino y los fundadores y guardianes del culto a la Santa Vera Cruz de Caravaca.

A esta comarca vendría desde Tabuenca, desde Tarazona y Borja, Tierga e Illueca, y hasta Calatayud. Sin dudauna ruta “histórica”, al menos, en la Celtiberia. Después, ya sabemos, el “mundo” se hizo más “grande”, con los romanos, al tener el control de toda la península (después iría a Daroca y ya todo hacia el sur; en Ateca, quizátuvieran también los templarios alguna “parada”: sus patrones son también la Virgen y San Blas; aunquetambién quizá, esto fuera ya anterior, de cuando los francos cruzados de Alfonso I, como en Zaragoza, como ya vimos). 



Camino de los Templarios o de la Vera Cruz (rojo) y camino de Santiago Francés (verde), las dos rutas de peregrinación más importantes de España y, casi, del mundo.

Alcázar y santuario de la Vera Cruz, en Caravaca de la Cruz (como en Mesones, una “iglesia”, de templarios, en un castillo).

Lignum Crucis. Cruz de Caravaca


La Cruz de Caravaca es, según la tradición cristiana, una reliquia de la Cruz en la que Jesucristo fue crucificado. Se conserva en un relicario de doble brazo (cruz patriarcal; la primera que usaron los templarios) en la Basílica del Real Alcázar de la Vera Cruz en Caravaca de la Cruz.


Fachada barroca de la Basílica de la Vera Cruz, en Caravaca de la Cruz


 

Una historia de la Cruz de Caravaca dice que cuando Caravaca fue conquistada por Jaime I el Conquistador y entregada al padre de su yerno, Fernando III el Santo, el año 1244, por el Tratado de Almizra, éste entregó la ciudad a los templarios, los cuales trajeron la Vera Cruz, según la norma de la Orden de tenerla en todas las encomiendas, posiblemente desde la iglesia de la Vera Cruz en Segovia. Habría sido situada en un relicario con forma de cruz patriarcal por ser una cruz simbólica templaria (ya vimos esto en “las cruces templarias”). También es, como vemos, “patada”. Los estudios que fueron realizados por los historiadores de la Real Academia Alfonso X el Sabio confirman que a mediados del siglo XIII ya era una realidad El Camino de la Vera Cruz, cuyo milagro de su aparición se remonta a 1231.
 
En la Edad Media el núcleo urbano de Caravaca se convirtió en un cruce de caminos por su ubicación estratégica entre el Reino de Granada y el castellano Reino de Murcia, así como por la proximidad de la Corona de Aragón. La capitulación de la taifa de Murcia mediante el Tratado de Alcaraz en 1243 (al someterse todo el territorio murciano al vasallaje cristiano; con el control cristiano de las fortalezas militares) consolidó el dominio de la Corona de Castilla y convirtió a Caravaca en un enclave fronterizo cristiano frente Al-Andalus. La Cruz sirvió de bandera y talismán contra ulteriores ataques andalusíes, en especial los llevados a cabo por Muhammad ibn Nasr, emir de Arjona y Granada. Con ello, Caravaca se consolidaría como bastión de la frontera hispano-islámica (tanto para Castilla como para la Corona de Aragón). 
 
La leyenda dice que, en el siglo XIII, los templarios estaban sitiados en el castillo por los musulmanes y el agua de los aljibes de la fortaleza se pudrió. Un grupo de templarios logró salir y fue a buscar agua a los manantiales, pero estos habían sido envenenados por los sitiadores. Solo encontraron vino, por lo que cargaron con él varios odres que llevaron en los caballos. Al volver a la fortaleza, tras atravesar de nuevo con éxito las líneas enemigas, bendijeron el vino con la Vera Cruz y se lo dieron a los enfermos, que sanaron, y esparcieron parte del vino por los aljibes, que quedaron purificados. De esta forma pudieron resistir en el sitio, retirándose finalmente las huestes musulmanas. Esta tradición, conocida como los Caballos del Vino, se rememora cada 2 de mayo, cuando las peñas caballistas caravaqueñas engalanan un caballo y eligen a cuatro representantes para correr una carrera en la cuesta de acceso al Santuario de la Vera Cruz

 


Camino de la Veracruz que viene desde Tarazona a su paso por Talamantes, Trasobares, Tierga e Illueca

El paso por el puerto de la Chabola desde Tabuenca y Borja (con la vista del castillo de Mesones al fondo) no era el único en esta zona de este camino de la Vera Cruz. Había otro por Talamantes, desde Tarazona y el monasterio de Veruela, que llevaba a Trasobares y a Tierga, ya en el valle del Isuela. Este paso es el que recoge el plano de esta ruta de dicho camino, que está hoy señalizado en su recorrido a pie desde Trasobares a Tiergallegando ahora, siguiendo el cauce del río, casi junto al poblado minero que se encuentra al lado de las minas de Mesones, para subir después al Campo de Illueca y llegar por aquí a esa localidad. Pues bien, este paso por Talamantes también estaba controlado por los templarios, que tuvieron su castillo desde 1209. En su desaparición pasó a la orden del Hospital. Aquí está la ermita de San Miguel, patrón de Talamantes; un santo, también, de lo más “templario” (como la iglesia de San Miguel de Castellote -algún día igual vemos también este pueblo turolense, también, de lo más “templario”; la cosa promete-).


Castillo de Talamantes 



Castillo de Talamantes y las Peñas de Herrera al fondo. En las dos de la izquierda, las más altas, llamadas el Ferrellón y la Ferrera, existieron dos fortificaciones independientes. Muy poca gente sabría esto. Estarían ahí también los templarios. El municipio de Añón, debajo, al otro lado, también fue de ellos. Esta zona la tenían, pues, bien controlada. En Calcena también tuvieron un pequeño castillo. Vamos, que el castillo de Mesones no estaba aquí solo.

Saeteras en las almenas del castillo de Talamantes, de lo más original. No las hemos visto así en otros sitios (aunque también parece que las tuvo así el castillo de Jarque, por lo que puede ser más antiguo de lo que se cree; ya sabemos que por el siglo XIV se solían hacer troneras). No sabemos si las del castillo de Mesones fueron así también al haber desaparecido todas, pero es muy posible (son saeteras, no troneras, y las harían, por el siglo, los templarios). En algún dibujo del castillo de Mesones igual se pueden “pintar” ya también así.






Camino de la Vera Cruz de Tierga pegado al río Isuela hacia Illueca por donde va el recorrido GR 90 


Camino de la Vera Cruz en la intersección del río Isuela con el barranco del Judío. Justo antes de entrar en el término de Mesones, se dirige hacia Illueca por el citado barranco.


Por tanto, en la actual carretera de Illueca a Tierga se cruzarían los dos caminos propiciados aquí por los templarios, el de Santiago, por el Campo de Gotor (como vimos, al menos, desde Ricla, pasando por Mesones) y el de la Vera Cruz, desde Pamplona (y desde Europa) aprovechando, sin duda, la antigua vía romana que pasaba por Tierga (la ceca celtibérica de Tergakom; como sabemos, aún hay restos de la antigua calzada romana, con las famosas “rodadas” de los carros en la piedra).



Vistas de Tierga (un cruce de caminos en la historia) desde el camino de la Vera Cruz

El de Santiago, de esta comarca, seguiría recto, como digo, por el Campo de Gotor, para pasar por Oseja y por Aranda hasta Ucero (como vimos, jalonado de ermitas de los “cruzados”), y hasta Santiago. En Oseja queda en pie un torreón (ahora en una casa junto a la iglesia) que correspondía al antiguo castillo y posterior hospital para pobres, enfermos y peregrinos que iban al camino de Santiago, creado a voluntad del papa Luna (¿otro “templario”?; ya sabemos que estuvo, como D. Lope, en otro castillo de templarios, el de Peñíscola; como hemos dicho muchas veces, también hizo aquí un “palacio”, con un jardín en medio). En Gotor estuvo antes, donde hoy está el convento, la ermita de Sta. Mª Magdalena; aquí estuvieron los del Cister del monasterio de Piedra; sin duda, también una buena “parada” para los peregrinos (y también tenían muy cerca el camino de la Vera Cruz).


Y una de las “paradas obligatorias en este camino de la Vera Cruz, al menos, para los templarios (los creadores e impulsores, pues, de este “camino”) podía ser, sin duda, el monasterio-castillo de San Bernardo (¿Mesones?). Aquí tratarían bien también a los peregrinos de este camino y, sobre todo, a los propios templarios que siguieran ecamino. La protección a los peregrinos fue el origen de las órdenes religiosas, para lo que se habían creado; por ello, creaban ermitas y templos en estas rutas; para la atención a estos, en realidad, como he dicho, el motivo de su existencia (por tanto, cuando veamos en algún sitio alguna ermita “muy antigua”, deberíamos pararnos a pensar en su posible origen).




Quizá, aquí, en Mesones, los templarios, como se dice, “mataron dos pájaros de un tiro”, o tres, como veremos (la “elección” -como bien dijo Eloy- del lugar de Mesones por la orden del Temple no parece ser ninguna “casualidad”): hicieron su monasterio-castillo donde les “interesaba” (vamos, en un lugar “sagrado”) y, a la vez, lo hicieron, como sabemos, en una ruta del camino de Santiago (la que pasaba por Ucero) y en la ruta del camino de la Vera Cruz (o muy cerca de éste), para atender a los peregrinos, en este último caso, de toda Europa.


Sin embargo, antes de llegar a Tierga, podría haber existido un desvío (quizá, para los que tuvieran menos prisa; y de OBLIGADO CUMPLIMIENTO para los templarios), el que llevaba a Mesones, al monasterio, quizá, de San Bernardo, como he dicho, de los templarios de “Masones”; la ruta sería, pues, desde el puerto de la Chabola (donde ya se ve el castillo; igual lo hicieron también aquí por esto, por este “camino de la Vera Cruz”; para que se viera bien), pasado Tabuenca, por la Cañada y por Andacón hasta, justo, la puerta del castillo, la templaria (quizá esté por ello tan lisa la peña del balazo, de tanto tocarla; estaría bien indicada por los templarios; y es que está justo en el mismo camino). Ni siquiera tenían que entrar al principio, pues, a Mesones; hasta podrían llegar de noche aunque estuvieran cerradas las puertas del lugar (en el castillo les darían alojo los templarios).






Vista del castillo desde la Cañada (en medio, el paraje de Andacón), amplia planicie que comienza en el término de Tiergajusto en este camino de la ruta de los Templarios, nada más descender el puerto de la Chabola. Foto de David Gil.

Al fondo, paraje del “cuello Castillo”, en los Calderones, donde está la peña del Balazo. A la izquierda, debajo del castillo, las peñas de la Canalija, donde pudo haber también un santuario rupestre. Foto tomada desde la cueva Romano.


Todo el paraje de Andacón (lo atraviesa todo), que ya bien conocemos todos nosotros (aquí puse montones de fotos), lo pudieron contemplar muchos siglos antes los peregrinos del camino de la Vera Cruz. Algo que nos parece ahora de lo más extraño y sorprendente, esta “peregrinación” por todos estos parajes desolados (también les parecería ahora Andacón a ellos un pequeño oasis, para el verano, en un verdadero desierto).


Fotografía de Rosa Paz Molinero

Fotografía de Rosa Paz Molinero

Andacón, un oasis en pleno monte

Andacón, tierra de contrastes


Esto dejamos escrito aquí, pues, para que alguien algún día se pueda interesar por todo esto. El “camino de Santiago” y el “camino de la Vera Cruz” de la comarca del Aranda, como vemos, propiciados por los templarios, algún interés debería tener también para los estudiosos y, sobre todo, para la “propia comarca”.


Camino de los Templarios o de la Vera Cruz (rojo) y camino de Santiago Francés (verde), las dos rutas de peregrinación más importantes de España y, casi, del mundo.

Es muy posible, pues, que este Camino de la Vera Cruz fuera el verdadero origen del castillo de Mesones, la razón por la que los templarios decidieran construir aquí, derribando el anterior castillo que existiera (lógicamente, algo de lo más extraño, como ya dije -quitar para poner; no tiene sentido-), esta impresionante fortaleza (es, sin duda, la explicación más razonable; quizás, nada más podría explicarlo). Los templarios ya tenían el lugar, desde 1173 (un lugar, como nos dijo Eloy, que seguramente habían elegido ellos -como también pudieron elegir Ricla; ya conocemos también el entorno de Ricla en su paso del Jalón, esos meandros u “hoces” y esos “acantilados” sobre el río- y, quizá, relacionado todo con San Bartolomé de Ucero); y tenían su castillo, al que habrían reforzado convenientemente, construyendo ya una primera capilla para su Virgen (la nuestra)
 
Con la aparición de esta ruta de peregrinaje desde Europa, de la que ellos eran los guardianes y custodios (por tanto, tenían aquí ya una de sus “bases”), vieron ahora también la oportunidad de darse a conocer al mundo. Como lo hicieron los hospitalarios también en este momento con el castillo de Sádaba (ya sabemos que son castillos coetáneos, el de Mesones y el de Sádaba; aunque no lo digan aún los libros; y cada pueblo con sus “privilegios”). Y estos proyectos, sin duda, fueron impulsados también por el rey Jaime I, como ya hemos ido viendo, un rey muy listo: Mesones en la frontera con Castilla y Sádaba en la de Navarra-Francia. Este “desvío” por la Cañada y Andacón lo explica también todo, al tener en Mesones ya su lugar “sagrado” (donde construir un nuevo “templo”, su obra “cumbre”, y diferente “a todo” para “darse a conocer al mundo”, como ya he dicho)

Este artículo, por tanto, se ha podido convertir, de repente, y ya para ir terminando con esta investigación del castillo, en el más importante de todos. Lo que son las cosas (y es que ya lo dijo Eloy en su libro del castillo de Mesones, que una cosa nos llevará a otra y así sucesivamente…). Si los templarios “eligieron” Mesones porque les “interesaba”, el origen de este castillo de Mesones estuvo en este Camino de la Vera Cruz, un “camino de templarios”. Los investigadores ya tienen, si quieren, tajo con este castillo para seguir “tirando del hilo”. Igual con esto descubran también muchas más cosas de los templarios que hasta ahora las habían ocultado. Quizás, el castillo de Mesones tenga ahora la “clave” para resolver de una vez por todas la verdadera historia de la Cruz de Caravaca. Lo que son las cosas , como digo. ¡Y que otros aún sigan queriendo ocultarlo todo, como harían también en el pasado con Caravaca (ahora debe ser otra “nueva Inquisición”, la que quiere mantenernos a todos también aún en la más absoluta ignorancia)!

 


Los términos de Mesones, Ricla y Encinacorba, como ya sabemos, "territorios templarios", estarían en esa línea que vemos que, partiendo de Ucero, llegaría hasta Mallorca, donde tuvieron importantes posesiones los templarios.


Podría ser un maestre de la Orden, como ya dije, pero, como también apunté, el propio rey Jaime I, otro "templario”. Jaime I fue enterrado, al disponerlo así expresamente en su testamento, con los hábitos del Cister (y, ya sabemos, los templarios "hijos del Cister" -vestían igual-); y ya sabemos de quién es el escudo de la clave de la cúpula de la torre del homenaje.


El llamado antes camino de Andacón, por el cuello Castillo (después se quedó sin nombre al hacer el otro -este otro era antes el de la senda de las Antiojeras; por la cabaña Nueva-), que incluye el de los Acerolos, desde las Pasaderas hasta la fuente de Andacón, junto con el actual camino de Tabuenca, en la Cañada, hacia el puerto de la Chabola, bien podría llamarse ya a partir de ahora también en Mesones todo esto el “Camino de los Templarios” (hasta se podría señalizar y todo; además coincide con el PR hasta la cueva del Moreno -el bandolero-; simplemente hay que ponerle nombre a ese PR y prolongar la indicación señalando el término de Tierga). Desde Mesones el camino de la Vera Cruz (el de los Templarios) seguiría ya otra ruta hacia Calatayud, pasando ahora por Brea. Como hemos visto, pues, en esta comarca el Camino de la Vera Cruz, o Camino de los Templarios, tenía tres rutas.

Esta “parada” en Brea desde Mesones (y al contrario, a la vuelta) quizá fuera propiciada también por los templarios con la ermita de San Blas de esa población, que ya vimos. Su estructura interior del techo parece ser antigua, medieval, por lo que pudo existir ya, al menos en parte, en ese tiempo. Y, como ya dije, después, con los moriscos llegados de Mesones, le pudieron dar una “segunda vida”, además, quizá ya, formando ahora extramuros el barrio de Mesones. Siempre puede ser una posibilidad y una hipótesis que investigar para ir avanzando en el conocimiento.

Por otra parte, el término Andacón podría venir de cuando los monjes templarios despidieran a los peregrinos del Camino de la Vera Cruz desde el cuello Castillo señalando el camino para regresar a sus casas, diciéndoles: “Anda con Dios”. Los moros de Masones, recortando la expresión, y quitando lo que no les “interesaba”, la dejaron simplemente en Andacón. De ahí que en los planos antiguos de Mesones aparezca como el camino de Andacón, el del cuello Castillo. Fotografía de Rosa Paz Molinero.


Señalización en la fuente de Andacón que indica la dirección hacia Mesones y hacia la cueva del Moreno


Fuente de Andacón 


 


 


 

 



Comentarios

  1. Este artículo, igual que todos, pero quizás más aún éste, lo debería conocer todo el mundo.

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  2. Estuve viendo el castillo con guía y muchos amigos me han dicho que quieren ir a verlo. Ya les digo que ni se les ocurra con lo que están contando. Es más, el Ayuntamiento de este pueblo debería suspender todas las visitas. La gente no se lo merece. Lo de la DGA se entiende. Con no decir nada se salen con la suya. Pero lo de la comarca no tiene explicación. Supongo que mientras Mesones esté en esta comarca no le van a dejar levantar cabeza. En otros pueblos seguro que no pasaría esto. Los que no somos de aquí estamos viendo que os están tomando el pelo todo que quieren y más. Y no sé cómo no hacéis nada.

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  3. Estoy totalmente de acuerdo, éste es el art. más importante de todos, el que revela el verdadero origen del castillo y las causas de su construcción, algo que nunca había dicho nadie. Pero tranquilo que nadie te va a decir nada. Esto es increíble. Como si no hubieras existido. En otro pueblo esto sería completamente diferente.

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  4. Toda la razón y toda la lógica que el origen del castillo de Mesones provenga de ahí, pero tenéis que seguir investigando, y sobre todo dandoos a oír, la voz es lo que hace que llegue a todos los sitios. A seguir por lo que uno cree y a poner a Mesones de Isuela en el ojo de todo el mundo! Como siempre gran trabajo y gran información.

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