OTRAS DIEZ “CLAVES” PARA SABER QUE EL CASTILLO DE MESONES LO HICIERON LOS TEMPLARIOS (2ª PARTE)
Ya hace un tiempo saqué la primera parte de este artículo (de 5 “claves”; como visteis, un artículo muy largo de texto, dadas las circunstancias del momento -por eso lo tuve que “dividir”; aunque éste tampoco se ha quedado corto, ya para finalizar; y es que, por lo que se ve, ya hay que “echar el resto”; como hicieron los habitantes de Mesones en el pasado, como hemos visto ya varias veces a lo largo de la historia-).
Quise dejar un tiempo para volver a sacar las otras cinco que faltaban y que dice el título; además, no corría ya ninguna prisa (no como el anterior), porque está claro que se hace esto del castillo ya algo pesado, y la gente no suele mostrar mucho interés; aunque, seguramente, en esto le vaya el futuro a Mesones, simplemente, para que no “desaparezca”.
La gente debería poner un mayor interés en que nadie, al menos, “engañe” a Mesones; y se “ría” de los propios mesoneros, además, “en su propia cara”; ocultando la verdad y privándole de su futuro, a Mesones y a toda la comarca; aunque, como dijo uno, hasta que Lambán no tome cartas en el asunto y empiecen a “rodar cabezas” no hay nada que hacer; porque vea que se están perjudicando gravemente los intereses de Aragón, “a posta”, que es lo más grave de todo.
Aunque Lambán no se llegará a enterar nunca de nada si el Ayuntamiento de Mesones y la propia comarca no hacen nada; y, quizá, alguno todavía, como vemos, muy cerca, en la “propia comarca”, haga todo lo contrario, como ya hemos visto y seguimos viendo, algo inexplicable; al final, uno parece que tiene lo que realmente se merece; pero, Mesones quizá no tenga que aguantar más esto, e igual tiene que cambiar el rumbo y “buscarse otro sitio” (y “Nigüella está muy cerca”) si lo que hacen es ponerle siempre la “zancadilla” para que no “levante cabeza”.
Y espero no volver a sacar ya más, “claves”, salvo que alguien lo “requiera” (aunque esto podría alargarse mucho más, como comprenderéis; y hacerme trabajar aún más; aunque por mi pueblo, lo que haga falta; no faltaba más).
Por fin, incluyo, pues, en el blog esta segunda parte; a ver si, ya al final, alguno se entera de todo, “a quien corresponda”; yo, ya no puedo hacer más de lo que hago, como podéis comprender. Y no sé ya cuándo volveré a sacar más artículos del castillo (aunque tenga preparados unos cuantos; bueno, hay uno que deberé sacarlo, sí o sí, como veréis en su momento). Al final, todo parece, como dijo uno, que no sirve para nada. Nadie apoya en nada, aunque se rían de Mesones, como digo, “en su propia cara”. Desde luego, las Instituciones, las primeras. Y sabiendo que esto del castillo iba a salir en alguna publicación “importante” y que “alguien” LO IMPIDIÓ; ya vemos que hay muchos intereses de por medio para intentar OCULTARLO TODO (vamos, para seguir “riéndose de Mesones todo lo que quieran”; mientras nadie haga o diga nada, les vale; confiemos en Lambán, a ver si al final se entera de esto y empiezan a “rodar cabezas”).
OTRAS DIEZ “CLAVES” PARA SABER QUE EL CASTILLO DE MESONES LO HICIERON LOS TEMPLARIOS (2ª PARTE)
Como sabemos, esto de las “claves” es solo una forma de sistematizar contenidos para explicar mejor las cosas -aquí no se descubre ya nada-; y ya hemos visto también que una sola “clave” suele contener casi siempre varias más, aunque en el título solo haya una (alguna hay que poner de “cabecera” para “estructurar” los artículos).
Sin duda, todas son importantes, como ya dije, para completar el “puzle” de la historia y origen del castillo, que ya creo que está bastante completo. Sin duda, a falta de más documentación sobre el castillo (y los templarios) que, quizá, la habrá en algún sitio; aunque sea escasa, dado que, como ya dije, con la desaparición de la orden del Temple, la harían desaparecer (ya sabemos todo esto; no solo el rey, en algunos casos, como en Mesones, sino que la Inquisición después hizo un buen trabajo con esto, como dicen los libros).
Se podría buscar también, pues, en la documentación de la orden del Hospital, como en La Almunia, a la que perteneció esa villa, ya que, en principio, todos los bienes de Mesones que pertenecían al Temple, según el Papa, deberían haber ido a ésta (por si hay algún litigio); pero, ya vimos en la historia de Mesones que no fue así; se lo quedó ya todo el rey (ya vimos lo de la dote de Sibila de Anglesola en el matrimonio de Juan Ximénez de Urrea, nada más y menos que Mesones; y ya era “todo entero”, no la mitad, como antes -sin duda, “esto de la mitad”, también ha sido siempre una buena “clave”; y es que, seguramente, “claves” sobre esto, que el castillo de Mesones es templario, las hay “a cientos”, aunque saque aquí solo unas pocas que se me han ocurrido-).
Y cuando tenía escrito esto, casualidad de la vida (esto no es “causalidad”) encontramos en el “Nobiliario de Aragón”, al que hace referencia Alberto en su libro de la historia de Mesones, que no sólo obligó el rey en 1315 Masones por la dote de Sibila de Anglesola (a la que acababa de nombrar), por el matrimonio con Juan Ximénez de Urrea, sino lo siguiente, tal como pone el texto: “… que por el matrimonio de doña Sibila por los ocho mil maravedíes, havía obligado por ello la Villa de Sádaba y el castillo de Biel, y la villa de Cinacorba (actual Encinacorba), y los moros de Masones que tenían los Templarios, y mil sueldos en Ricla, que eran de los Templarios”. Y da estas villas y rentas al infante don Jaime, su hijo primogénito, pagando ésta suma a los dichos Juan de Ximénez y su mujer”.
Y, también, casualidades de la vida (aunque esto puede ser ya “causalidad”), vuelve a salir aquí Sádaba, y Ricla (que ya vimos que también “seguía la línea”; y muy cerca de Mesones, como decía el artículo de “Cabeza del Buey”: que donde había un lugar templario, cerca había otro) y Encinacorba, también del Temple que, casualmente, también la seguía, al menos, su término municipal, si lo marcamos en el mapa, ya vemos que estos tres sitios cercanos del Temple (Mesones, Ricla y Encinacorba, al final, los tres, en la encomienda templaria de Calatayud, como ya vimos) fueron a parar a manos del rey cuando la supresión del Temple en 1312. Aunque Encinacorba sí que pasó en 1317 a la Orden del Hospital. Aquí es patrona la Virgen del Mar (en tierra adentro; sin duda, cosa de “templarios”; se dice que hasta llegaron a América y, por ello, propiciaron el viaje de Colón -la cruz de las carabelas aún era “templaria”-).
http://www.castillodemesonesdeisuela.com/2022/10/el-famoso-pasadizo-subterraneo-del.html
Y sigo ya con las demás (“claves”):
6ª.- LOS CALABOZOS TEMPLARIOS O LA CRIPTA DE D. LOPE. No ha sido nunca ningún título de los artículos del blog, ni del “Face”, pero lo podía haber sido perfectamente. Como hemos ido viendo, D. Lope situó los calabozos del castillo (que utilizaron después sus sobrinos; hay documentación sobre esto: aquí encerraron a los del “Ayuntamiento” de Aranda en el siglo XV, moros y cristianos, por “prevaricación” -lo dice Alberto en su libro-, seguramente, como hoy también hacen con alguno; aunque el “sitio” cambia mucho) en el gran aljibe que tenía este castillo, desmontando antes los almacenes que estaban arriba, a la altura de las caballerizas, abajo, y quitando la escalera para limpiar el subterráneo y tapándolo todo (lógicamente con mampostería, como vemos aún ahora), salvo el agujero que hicieron arriba para bajarlos con una soga (si no, se hubieran asfixiado, y se hubieran matado todos si los tiraban).
Como ya vimos, si aquí no estaban los calabozos del anterior castillo, ya que era el aljibe y los almacenes de ese castillo, como he dicho, tenían que estar en otro sitio. Bueno, todo esto ya lo dije, no había otro sitio que el de la actual cripta, la de D. Lope, a la que cambió el techo, poniendo su luna, para hacerlo “noble” (el anterior techo sería como el del aljibe; era la continuación de éste, como el suelo, a la misma altura todo; lo más profundo del castillo). Aquí ya dije que no estarían los presos sueltos, sino con cadenas, para que no rompieran la puerta de bajada, arriba, y de entrada a la sala, abajo. En los calabozos de D. Lope no hacían falta ya cadenas, aún eran mejores, porque no había puertas.
Ya vimos que esa cripta de D. Lope (los antiguos calabozos del castillo, como digo), no estaba hecha de sillares perfectos (aunque no era mampostería, como con el arzobispo, nada que ver); solo pusieron los buenos en las esquinas, para reforzar la estructura, y con signos de cantero, como en el resto del castillo (vimos aquí muchas “íes” inclinadas, del Cristo-Hombre, quizá, como el del sillar de bajada a la sala por las escaleras, esa cabeza, que ya vimos en su artículo -el de la “cripta de D. Lope”-).
Y ya vimos que la cripta del anterior castillo (hoy enterrada, con su ventana) estaba bajo la antigua capilla de ese castillo, en el muro este, donde solían hacer las capillas y las criptas por entonces (desde el Renacimiento ya cambió todo). Por tanto, a lo largo de los artículos hemos ido viendo cómo el arzobispo lo cambió todo de sitio al hacer su palacio. Además de muchas otras cosas, como hemos ido viendo, lo que antes era la zona residencial del anterior castillo lo convirtió en la zona de defensa o el patio de armas; y al contrario, la anterior de defensa, la zona oeste del castillo, al estar ahí la puerta elevada (con sus aspilleras para el camino de entrada), pasó a ser su palacio; me remito aquí a los dos artículos publicados sobre esto, el del “castillo templario” y el del “castillo de D. Lope”, aquí está todo (otra vez, lo de “los dos castillos”; también, una buena “clave”).
http://www.castillodemesonesdeisuela.com/2022/06/el-castillo-templario-de-mesones.html
http://www.castillodemesonesdeisuela.com/2022/06/el-castillo-de-d-lope.html
Pero, casi todo esto, estos cambios en el castillo, solo parece demostrar, como decía “aquel”, que antes de D. Lope aquí había un castillo y que el arzobispo lo que hizo fue actuar sobre éste; pero no demuestra, por sí solo, que este castillo lo hicieran los templarios. Esto es cierto, por tanto, yo creo que, dándonos ya la razón “aquel” (al menos, fue de agradecer, algo que no ha dicho aún ningún “experto”, que este castillo no lo hizo D. Lope), vamos ya a dejar zanjado este tema para siempre; es decir, ya sería pues reiterativo buscar más “claves” que dijeran que este castillo no lo hizo el arzobispo (ésta será ya, pues, la última “clave” de éstas), y nos centraremos ya solo en quién, si no, pudo hacer antes este castillo (porque después tampoco). Por tanto, ya un problema menos.
Aunque en esta 6ª “clave” ya hemos visto, de pasada, que en la cripta de D. Lope, los antiguos calabozos del castillo, había signos de cantero y, además, del mismo Cristo-Hombre (que estaban, como dije, por todos los sitios de la ermita ROMÁNICA de San Gil de Luna, como ya vimos; como también había una luna en ésta -otras dos buenas “claves”-) y que también están por otras zonas del castillo (son los mismos, no los puso, pues, D. Lope para su cripta).
Algo extraño en unos calabozos de un castillo; podría pensarse, como para “proteger” a los presos, pero, ¿si eran enemigos o malos, para qué protegerlos -igual, hasta se escapaban-? Por lo que podemos pensar (más bien, asegurar) que en un castillo, y en unos calabozos, esto solo puede ser porque éste lo haya hecho alguna orden “religiosa” o algún “arzobispo”, como ya vimos (aunque D. Lope, como dije una vez, aún debía ser todavía más “duro”, con esos calabozos “sin puerta” -la verdad, al hacer aquí la cripta, ya no tenía otro sitio mejor; ni peor, como dije; aunque ya no quiso puertas el hombre; en su época era así, como ya vimos; los tiraban por el “agujero”, pero a unos tres metros; aquí lo de la soga sería “imprescindible”; esto ya lo sabe el que haya visto este castillo; nosotros lo aprendimos ya de pequeños porque nos lo dijeron los mayores, lo de la soga-).
7ª.- EL “PLANO” DEL CASTILLO. Ya vimos esto en un artículo (el de los “constructores del castillo”) al que, por ello, me remito al ser también una buena “clave” (y así se conoce también algo mejor la propia historia de Mesones; que a alguno, parece ser, le hace mucha falta).
http://www.castillodemesonesdeisuela.com/2022/04/los-construstores-del-castillo.html
Es un ejemplo más de lo que ya dije en la “clave” de la “simbología del castillo”, es decir, de la “Arquitectura Sagrada”. Y esto del “plano del castillo” no fue cosa de D. Lope, sin duda, ni de nadie más “mundano”, como podemos deducir, y como ahora también veremos.
Concebido el castillo de Mesones, como ya hemos ido viendo, como un “templo de Dios” (repleto, por ello, de signos de cantero -para que no entrara el demonio y confundiera las almas, como decía Bozal-) la orientación de éste en el plano debía ser, pues, la adecuada; es decir, la de cualquier construcción medieval que fuera una catedral, iglesia, ermita o monasterio (que era, en realidad, lo que también era este castillo; ya que aquí vivían “monjes”; y, además, con su correspondiente claustro, como ya vimos -es que todo concuerda, no hay absolutamente nada que se salga del “tiesto”-); como siempre, de ESTE A OESTE:
La puerta de entrada al castillo-monasterio y la de entrada a la capilla (ésta, en el muro este), por el oeste; y la cabecera de éste, y la de la capilla y la cripta, al este, por donde sale el sol, la luz, donde nació Jesús, hacia el oriente. No voy a repetirme mucho más, ya que todo está en los artículos.
Y, como ya dije, para conseguir la adecuación del castillo al terreno, según el plano, debieron esperar para hacer el “planteo” (seguramente, con el obispo de turno, como dije) al mes de diciembre, en el solsticio de invierno, cuando el alejamiento del sol en el punto cardinal es el mayor posible. Ya aventuré también que esto pudo hacerse en diciembre de 1255, para poder comenzar las obras al año siguiente, y ya, sin pausa. Entonces haría mucho más frío que ahora, e igual esperaron a la primavera para empezar las obras (cuando ya no hubiera nieve ni hielo), aunque ya estarían desde entonces con los “preparativos”.
Ya pudimos ver también que en el solsticio de verano los últimos rayos del sol del día, y atravesando las dos puertas del castillo (dos puertas, como en Sádaba), podrían dar justo en la entrada de la capilla templaria (¿en algún rosetón como en San Bartolo?). Y los primeros rayos del sol de la mañana en el de invierno, solo una vez, pues, también, al año (IGUAL BUSCARON TAMBIÉN TODO ESTO, lo de los “solsticios”; ya sabemos “cómo eran los templarios”), penetrar por el ventanal de la capilla para iluminar algún objeto “especial”. Ya sabemos, vuelvo a decir, lo de la simbología, el misticismo y las “representaciones” “templarias”.
Con D. Lope, ya vimos que todo cambió por completo, ya no era un monasterio, el castillo dejó de ser ya, “todo”, un “templo de Dios”; por eso, le pudo cambiar la puerta de entrada (y construir ya lo que quisiera con “mampostería”). Ya solo tenía un carácter religioso la capilla que hizo (aquí sí que se lució, como sabemos), que la orientó también al este, dentro de ese “margen”, en este caso, como vimos, casi en el otro extremo, el del verano; pero, siempre, todavía, al este, como estas “construcciones medievales”.
Un “plano del castillo”, como sabemos, de una construcción de planta completamente regular (el terreno se tuvo que adaptar a esta planta, al plano, -aun estando en un cabezo o escarpe rocoso; no era una “suave loma o colina”-, creando grandes subterráneos), con camino de ronda en el adarve (para una mejor defensa del castillo por todas partes; ya vimos la torre alta, el eje de toda esta defensa) y torres en el centro y en las esquinas; todo perfecto y simétrico; en el estilo Felipe-Augusto “de su época”, como ya también sabemos, traído de Europa y copiado de oriente, de cuando las cruzadas.
8ª.- EL “ESTILO” DEL CASTILLO. Siempre se ha dicho que este es un castillo “gótico”. Estoy totalmente de acuerdo con esto (solo hay que ver esos arcos “ojivales” de los calabozos; los carteles del castillo, por el pueblo, no hay que cambiarlos por eso, sino por el siglo). El problema estaba en saber “de qué época del gótico”. Siempre dijeron que era del gótico “tardío”, lógicamente, del de la época de D. Lope. Es como lo de la Virgen, si no hay castillo, no hay Virgen; y aquí, si no hay castillo, no hay “estilo” -diferente-.
Parece que solo se fijaron, pues, (aunque no me lo creo) en los elementos decorativos de este castillo, como sabemos, en los “adornos” de D. Lope (quizás, por no “quedar mal parados”, vamos, como con otras cosas de este castillo, como ya sabemos). En este caso, no había duda ninguna, todos los elementos que destacaban en la decoración del castillo eran de ese tiempo, del de D. Lope. Y, además, como se decía que en el lado oeste del castillo hizo su palacio, estos adornos estaban justo ahí (todo concordaba). Por lo tanto, podría suponerse, que todo el castillo también lo era de entonces. Solo hay que mirar esas ventanas geminadas, o los adornos de las ventanas de las reformas de D. Lope (aunque de otras, ya vemos que no; buena pista; lo malo que no suelen estar en su “palacio”, como he dicho; para qué adornarlas ahí, es lógico).
No entiendo de estas cosas, solo por lo que leo. Pero, parece haber otras cosas en este castillo que podrían decir otras cosas (y, como ya he dicho, alguno ya lo vería, pero se callaría, por no meter la pata, vamos). Ya hemos visto que uno, que no conocía de nada este castillo, con solo ver una foto del “patio de armas”, lo vio todo, como ya dije: “románico encastrado en gótico”.
Debe de haber, pues, otros elementos de este castillo que, al menos, no son del gótico de D. Lope, y que pueden parecerse más al “románico”. Es sin duda, un “indicio” más para situar a este castillo en otro tiempo (y retrocediendo un poco más a ese momento, acercándonos al románico, nos encontramos en Mesones con alguien que muchos no quieren reconocer…, ya sabemos -cuando las “páginas oficiales” lo cambien todo, por orden de Lambán, sin duda, habrá que “descubrirlos” y ponerlos a todos “en su sitio”, seguramente, fuera ya de cualquier “cargo”-).
Ya vimos que de la ermita de San Bartolomé de Ucero decían que era del primer tercio del siglo XIII, románica de transición al gótico. Y que el “cuartel” de los templarios en Cabeza de Buey, de mitad del siglo XIII, era aún de “estilo románico”. Del castillo de Peñíscola, de finales del siglo XIII y principios del XIV, se dice que “muestra una arquitectura gótica de marcado carácter románico puro y estilo cisterciense austero”. A España le costaba entrar al gótico, que llevaba ya en Europa muchos años, desde la mitad del siglo XII, al menos, y que introdujeron en la península los del Cister.
Vemos en este castillo esos arcos apuntados de la sala trapezoidal, como en la ermita de San Bartolo (aunque vemos que algo menos apuntados, incluso); aunque parece algo parecido (esto, ya sabemos, no es de D. Lope; ni la puerta elevada, “ligeramente apuntada”, tampoco).
Y esos muros tan recios (como en el “románico”), esas bóvedas de cañón tan robustas de los subterráneos, esas saeteras o aspilleras y hasta esos balcones festejadores de la zona este, la del patio de armas de D. Lope (tan sobrios, nada que ver con los suyos que los decoró con el estilo gótico de su tiempo -aunque ya dijimos, ¿qué hacen esos balcones festejadores en esa zona de defensa del castillo?-; o esas aspilleras convertidas en balcones “festejadores de la época de D. Lope”, de estilo ya gótico “tardío”-). Vemos aquí, pues, también, otra vez, los dos castillos y los dos estilos (el sobrio del “románico” -o de los templarios- y la exuberancia del gótico más tardío de D. Lope; para su “palacio”).
Por lo que, sabiendo ya que no es un castillo de D. Lope, que lo suyo, en el “estilo gótico más tardío”, fueron reformas, podemos adelantar ya bastante el momento de su construcción y situarlo en las fechas que siempre hemos dicho; desde luego, no en el siglo XIV (pero tampoco en el XII). Lo de mitad del siglo XIII, podría estar muy bien (“ni pa tí, ni pa mí”) por todo lo comentado (y todo lo que ya sabemos, vamos). Y en este momento, ya sabemos quiénes estaban en Mesones... Pero, esto también lo pueden decir ahora, ya sin problemas, los que más saben de esto, los historiadores del arte; y, como dije ya en un artículo, lo repito ahora por si alguien se ha olvidado de ello, ya que viene totalmente “a cuento”:
“Ahora los arqueólogos e historiadores del arte pueden decir ya lo que verdaderamente piensen, sin miedos, sin temor a equivocarse o a hacer el ridículo. Antes las “aplastantes” (como dijimos) huellas de D. Lope en todo el castillo (los famosos “escudos”) los tendrían totalmente coartados. Supongo que estos estudiosos podrán ahora diferenciar perfectamente ya unos estilos de otros, unas “obras” de otras, unos momentos históricos de otros…”.
9ª.- EL “MODELO” DEL CASTILLO. Uno que vio una foto de lejos del castillo (desde el Canalocho, junto al río, para ser más preciso; vamos, bien lejos), sin saber nada más de este castillo; ya es raro que alguien hable, y en público, sin saber nada de esto, como he dicho otras veces; lo malo que lo lee mucha gente, y puede pensar que el que dice algo lo sabe ya todo de este castillo, cuando no es así; claro está, primero hay que conocer a la gente, y esto es imposible; por tanto, en principio, lo que diga alguien hay que ponerlo siempre todo en “cuarentena”; si no, te pueden engañar o confundir) dijo que este no era un castillo templario ni podía serlo nunca. Pongo textualmente lo que dijo:
“Mesones no es un castillo templario ni ha podido serlo. Básicamente no cumple ni arquitectónica ni estilísticamente con ningún criterio que permita incluirlo en dicha categoría, pues un mero documento histórico como el aquí exhibido no es determinante. Más bien, interpretable.”
Y otro, allí mismo, también dijo (después de “jurar y perjurar” que no era templario):
“Por lo que dice podría ser perfectamente un castillo musulmán con su típica fisonomía como los muchos que hay por la zona”.
Que saque yo ahora esto, parecería que me estuviera echando tierra a los ojos, que estuviera poniendo aquí una “anti-clave”. Pero vamos a ver cómo le podemos dar la vuelta a la tortilla, ya que esto tiene que tener una explicación “lógica”.
El primero, como vemos, mezcla varias cosas en un mismo argumento. Dice que no puede ser nunca templario por la “forma”, pero parece que deja la opción a que lo pueda ser si lo dice un “documento” (este documento, tampoco lo leyó, aunque parezca que diga lo contrario -era el de 1266-; este hombre parece que es muy raro, pues, con lo que dice). Ya es raro también este tipo de argumentaciones, parece que no estaba, pues, muy seguro del todo, aunque lo dijera de esa forma, al principio, tan contundente (esto despista mucho a quien lo lee; ya no sabe uno con qué quedarse). Pero, parece conocer muy bien la “arquitectura templaria”, como dice.
Supongo que esto lo diría (sabiendo que no existe una arquitectura “templaria”, como ya vimos -construían como los de su época, aunque, quizás, más “fuerte”; y ya más “fuerte” que este castillo de Mesones hay poco, o nada; quizás, otra buena pista o “clave”, para sumar al resto-) porque el castillo de Mesones no se parece a ningún otro castillo “que se diga” templario, al menos, en España. Seguramente, no le falta razón en esto (ahora bien, ¿en qué se parece, por ejemplo, el castillo de Monzón al de Montalbán -en Toledo- o al de Ponferrada?; en nada; por tanto, ¿tampoco es alguno templario por eso, aunque digan los documentos que allí estuvieron los templarios?). Pero no es de recibo “asegurar” algo solo porque sea simplemente diferente o “raro” (también son diferentes el de Monzón, Ponferrada o Montalbán, y no dicen nada); y, además, siempre puede haber excepciones (vamos, como acabamos de ver -y aún hay muchas más-).
El rigor científico de esa persona brilla, pues, por su ausencia (y el problema está en que puede haber alguien, como he dicho al principio, que al hablar tan rotundo el hombre, piense que ese hombre “lo sabe todo” y no se puede equivocar nunca; cuando igual está metiendo la pata hasta el fondo (por no decir, como dije en el otro artículo, que puede ser hasta un “ceporro”, ya que nadie lo conoce; aunque seguro que no es este el caso); pero, además, ya hemos visto después que no estaba “tan seguro” -además, con solo ver una foto “de lejos”, no se puede opinar de nada, vamos; lo de siempre con este castillo: “inventarse” las cosas; hablar sin saber nada-).
Lo del otro, parece venir al cuento de lo del primero, lo de la “rareza”. Está claro que tampoco le parece por la “forma” un castillo templario (y le dio al “me gusta” de lo que dijo el otro); será por lo mismo, como digo, por la forma. Pero, tampoco se molesta en pensar que puede ser también algo excepcional, algo “raro” (o, simplemente, diferente, como lo son entre sí el de Monzón, Ponferrada o Montalbán; y otros templarios, como ya he dicho -aunque como de esos ya se dice que son templarios, no dicen nada “por la forma”; por lo que, por ejemplo, el de Montalbán, quizá, el más raro, si no hubiera documentos que lo dijeran, también “jurarían” que no es templario “ni que lo ha podido ser nunca”, como hacen ahora; supongo que aún tienen que aprender mucho de castillos, o de “lógica”, vamos, lo del “sentido común”-).
Está claro que los dos piensan lo mismo y que su espíritu “científico” también, deja mucho que desear. Pero, sin quererlo, este último (al que definí en el artículo anterior como “el más listo”, porque lo dijo él -el otro ya vemos que también “sabe”-) hasta parece que da con la “clave” de todo esto (desde luego, seguramente, como ahora veremos, es el que más nos ha ayudado hasta ahora en lo de las “claves”, vamos, el único: nos dijo que el castillo de Mesones no lo había hecho D. Lope -algo importante, pues-, y ahora nos va a decir, por deducción, que “lo hicieron los templarios”).
Efectivamente, no he visto (aunque seguramente los habrá en España) un castillo, al que se diga templario, con esta “forma”, especialmente, con estas torres redondeadas tan enormes y, además, todas (aunque torres “redondeadas” ya las hacían también los templarios en España antes -véase el castillo de Xivert, en la provincia de Castellón, que fue conquistado por la Orden del Temple en 1234; los templarios remodelaron el original castillo árabe añadiendo entre otros elementos “dos grandes torres circulares” situadas en el muro oriental de la alcazaba, una iglesia y un aljibe; tras la desaparición de la Orden del Temple el castillo y su aljama pasaron a depender de la Orden de Montesa-). Este tipo de torre redondeada parece corresponderse muy bien con fortificaciones “musulmanas”; de ahí que diga éste que “puede ser perfectamente un castillo musulmán” (aunque después ya vimos que se fue casi a finales del XIV; estas contradicciones, la verdad, no se entienden). Como lo son también otras torres de forma octagonal, también árabes (y es que, ya sabemos, los templarios copiaron mucho de otras culturas).
Pero, ya sabemos que éste no es un castillo árabe (simplemente porque es “imposible” conociendo la historia -y porque no ponían “cruces” ni otros signos de cantero como estos; ni incensarios-); la verdad, no sé por qué este hombre dijo eso. Y si no es así, que no es un castillo árabe, sabiendo ya que no fue D. Lope quien lo hizo, como dijo “éste” (y cuando D. Lope, en Aragón, ya sabemos, tampoco se hacían así), ¿quién pudo hacer aquí este castillo con este tipo de torres “musulmanas”?
La explicación nos la dio el propio Eloy en su libro del castillo (hasta nos puso fotos); si alguien no lo ha leído, o no se ha enterado de nada, no es nuestro problema, está claro; y esa explicación ya la di también en el anterior artículo, en relación con esto: que igual el “modelo” (el “raro”), hay que buscarlo algo más lejos, como dije, en otro sitio, y no en España (ni en Italia, como veremos ahora).
Y hay que ver cómo son las cosas, que el “más listo” hasta habló también, como vimos, de las construcciones de “Tierra Santa”. Es que todo parece hasta una coincidencia, que nos lleva siempre por el mismo camino de estas “claves” (el que “juró y perjuró” que no era templario -sin saber nada de este castillo, aunque lo hubiera visto, dijo- ha descubierto, “por sí solito” la “templaridad” de este castillo). Lo que son las cosas, como ya he dicho.
Por lo que tenemos aquí en Mesones un ejemplo de una de las “mejores” (si no es la mejor, la obra “cumbre”) y más “genuinas” representaciones de “construcciones templarias del mundo” (aunque en España sea algo “raro”; ya sabemos por qué, porque quizás, como ya he apuntado muchas veces, sea “algo único”, esto de las torres –“la Tierra y el Cielo”, como dijo Alberto en su libro de la historia de Mesones, ya hace tiempo, en cuanto leyó el libro de Eloy; el círculo, el Cielo, el cuadrado, la Tierra; y el octógono y el hexágono, la unión de la Tierra y el Cielo-) y que salvo las reformas de D. Lope, que ya se conocen, y al no haberse llevado a cabo otras actuaciones importantes (salvo la ermita; será de los castillos del mundo más “originales”; algo que quizá solo unos pocos saben valorar), este castillo conserva intacto, mucho más que la mayoría de los castillos que se citan como templarios, todo el legado de estas construcciones templarias, y que se puede deducir perfectamente, sobre todo también, en sus signos de cantero, que ya bien conocemos todos nosotros. Por lo que puede ser uno de los mejores castillos del mundo -si no, el mejor- para realizar el “mejor estudio que se pueda hacer nunca de los templarios”.
Como que para que nadie (ni siquiera estos dos, que saben tanto de “arquitectura templaria”, y no se han dado cuenta absolutamente de nada -por la boca muere el pez, como se dice-) vaya diciendo ya lo contrario, sin pruebas. Y si este castillo figura, como ha figurado siempre, en la lista de los castillos templarios de España (aunque esos dos, que saben tanto, parece que no lo sepan), ahora igual debería figurar, al menos, entre los “seis mejores”; por no quitar de en medio a ninguno, vamos.
10ª.- LA CLAVE DE LAS “CLAVES”. La clave de las “claves” del origen del castillo la hemos tenido siempre delante de nosotros y aparecía, además, en todas las publicaciones que hablaban de este castillo, aunque venía siempre en dos ideas que siempre iban también unidas (y veremos que tiene que ver con esto de la “rareza” que decíamos de la “clave” anterior): que su constructor fue un “ARTÍFICE NADA COMÚN” y que se “APARTABA DEL MODELO REGIONAL”. Esto lo hemos leído muchas veces, como digo, y en todos los sitios (y lo que nos queda todavía, por lo que veo).
En principio, esto ya era para “sospechar”. O, al menos, para hacernos algunas preguntas. Pero debíamos ser, sobre todo, “científicos”. Está claro, pues, que era un castillo “MUY RARO PARA SU TIEMPO”, como decían todos. Pero, esto también podría ser solo una excepción que confirmara la regla, como hemos visto también antes. Y, parece ser, fue lo que pensaron todos (aunque los de la “clave” anterior no se han dado cuenta aún que a veces puede haber “excepciones” -al menos, a lo que ellos piensan-). Aquí los “expertos” sí que vieron que había una y, además, muy clara (todo el mundo lo dijo después -aunque, “a lo peor”, igual hay que pensar en lo de “Vicente”…-).
Efectivamente, no es un castillo, como decía Eloy, “de los de su tiempo”. Nada tenía que ver con ellos. Todo esto ya nos lo dejó muy bien explicado en su libro. En nada se parecía al resto de castillos de la segunda mitad del siglo XIV (o de poco antes), que se decía, ni en el “estilo”, ni en el “modelo”. Su forma, pues, era muy diferente a todos “de su tiempo” (y ya hemos visto en la anterior clave que, para algunos, también hasta para cualquier tiempo que fuera “templario” -de 1173 a 1312-; precisamente, por esta forma, que no era tampoco la de mitad o finales del XIV, como vemos -no sé ya en qué tiempo, con esto, situarían “estos dos de antes” el castillo; alguno ya desvarió un poco, como vimos en el anterior artículo-).
Por tanto, lo que procedía era, pues, buscar la causa de esta “rareza”, es decir, de esta excepción; lógicamente, para poder entender y comprender este castillo. Y algunos la buscaron en Italia (ya que parece que por aquí cerca no estaba); alguna explicación había que dar para explicar las cosas. Así dijeron que ese “artífice nada común” pudo venir de allí por las relaciones en ese tiempo, el de D. Lope, de Italia con la Corona de Aragón. Aún no habían descubierto los viajes a Italia de D. Lope, pero de algún sitio vendría esa rareza, y esto era una buena posibilidad.
Y, la verdad, acertaron en algunas cosas. El castillo tenía ahora algo, como bien dijo “Prades”, aun sin saber lo de los viajes, que lo emparentaban con esa otra península: lo de la división en dos patios del castillo, como algún castillo de por allí en ese tiempo (ya vimos esto en el artículo de las “influencias italianas en el castillo”); aunque lo que no pegada era lo de las torres “redondeadas”, nada que ver con aquello. Esto, parece ser, se quedaba todavía “en el aire”. Lo de este “artífice nada común” no era, pues, “del todo seguro”. Además, ahora ya sabemos que lo de D. Lope en el castillo, en esto de los patios, fueron “reformas” (como bien nos dijo “aquel”), por lo que ya no se puede seguir por esa vía.
http://www.castillodemesonesdeisuela.com/2022/07/d-lope-y-las-influencias-italianas-en.html
Y una vez que hubiéramos agotado las posibles líneas de investigación, si no hubiéramos encontrado absolutamente nada para poder seguir “tirando del hilo”, habría que plantearse otra opción, y es revisar el punto de partida del que salíamos, si era o no el correcto; es decir, si no es un “castillo de su tiempo”, igual es porque “realmente no es un castillo de su tiempo”; es decir, que igual no se trata de una excepción que confirma la regla (y la regla es siempre, por eso se llama así, lo más lógico, aunque siempre pueda haber excepciones; y valgan ya todas las redundancias posibles).
En primer lugar, había que revisar la documentación que existía, por la que habrían podido decir que el castillo de Mesones era un castillo del tiempo de D. Lope (por lo que también dijo ese hombre, pues), y ya después ver otras cosas. Y lo que nos encontramos, como ya expuse en el artículo anterior, fue sorprendente: un recibo del pago de unas obras del arzobispo del año 1379. Fin (como ya he dicho otras veces).
Visto esto, lo siguiente es ya ver si hay otras pruebas por lo que se haya dicho esto, que el castillo lo hizo D. Lope. Y sí, hay unos “escudos” en el castillo que son de D. Lope. Pero también se ve que son “postizos”; puestos sobre un castillo anterior. Por lo que toca buscar otras pruebas; y, al final, si no las encuentras, igual tienes que empezar de nuevo; es decir, como he dicho antes, ver si realmente estamos en el punto bueno de salida; y, si no seguimos avanzando, buscar otro.
Y ahora sí que ya, si nos ponemos en el camino correcto, como decía Eloy en su libro del castillo, una cosa nos llevará a otra, y así sucesivamente…, y de esta manera, como dijo, “empiezan a surgir las claves” (vamos, que lo vamos viendo ya todo por el camino).
Y, con todas estas “claves” reunidas, ya podríamos decir, como hemos visto, sin ningún tipo de problema, lo que dijo aquel (aunque no haya una documentación específica que lo diga -antes, ya hemos visto, aún había mucho menos; vamos, nada-), que si este castillo no lo hicieron los templarios, NO LO HIZO NADIE.
FANTÁSTICO.Y las fotos del castillo igual, muy buenas.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con que dejéis de investigar y no saques más artículos del castillo, ya que veo que no sirven para nada. Como dices, las Instituciones intentan ocultarlo todo y no haces más que pegarte siempre cabezazos contra una pared. Ya más de lo que has dicho no se puede decir. Si los que tenían que hacer valer los intereses de Mesones no lo hacen, olvídate ya de todo. Como dijo otro, no merece la pena hacer nada. Seguro que algunos que tienen acceso a más información sabrán más cosas del castillo y las estarán ocultando todas por no daros la razón. Esto funciona así por lo que veo, al menos, en esta comarca y en Aragón.
ResponderEliminarAlgunos que entienden de todo esto de fuera de Aragón me han dicho que qué clase de gente tienen puesta en los cargos. La verdad es que da auténtica vergüenza pertenecer a esta comunidad.
ResponderEliminarYa dijo uno que en algunas cosas tendría que intervenir el Estado para controlar a las Comunidades Autónomas para evitar lo de los amiguismos, ya que los que tendrían que controlar que todo funcione bien no lo hacen, porque no se enteran o no quieren enterarse. No me extraña que haya muchos que esto de las Autonomías no lo vean, cuando pasan estas cosas.
ResponderEliminarPues el máximo responsable de todo es Lambán. Se puede decir, porque es así, que el que tiene la culpa de todo, aunque parezca que lo queráis exculpar. Si no se ha enterado aún de nada, esto es su culpa, bien porque no haya controlado todo o porque haya puesto en algún cargo al que no tenía que poner, fiándose de su competencia o de su buena voluntad. Por tanto, el único responsable es él, y si quiere corregir sus errores, es el único que lo puede arreglar todo, aunque lo hecho, hecho está ya.
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