EL FAMOSO PASADIZO SUBTERRÁNEO DEL CASTILLO
Apoyando de nuevo el artículo de Eloy sobre el castillo, que me ha permitido, como habéis visto, (tan amablemente, como siempre y con un dibujo genial) publicarlo en el blog de Mesones y su castillo (para que todo el mundo, y especialmente los mesoneros, lo puedan consultar también cuando quieran), he decidido sacar también otro artículo al aparecer su libro, como en el anterior de la plaza de armas, referenciado varias veces (y es que, al final, todo estaba en el libro del castillo de Eloy). A ver si entre todos poco a poco lo conseguimos, que se den cuenta (a los que corresponda) que no se puede ocultar esto por más tiempo, es decir, el verdadero origen del castillo, y que Mesones (y todos que vienen a ver el castillo) no se merece lo que le están haciendo.
EL FAMOSO PASADIZO SUBTERRÁNEO DEL CASTILLO
Es el túnel o galería, que siempre hemos oído los mesoneros, que iba desde el castillo hasta el río (como ya dije, como el que hicieron los templarios en el castillo de Monzón -y por el que escapó el rey Jaime- o como el del castillo de Ucero, que también bajaba hasta el río, aun estando bien alto; el de Castellote tendrá también el suyo; no sé si ya se ha descubierto). Además, como ya dije, siempre nos dijeron los mayores que empezaba (donde estaba la boca) en el subterráneo de la torre central norte. Y cuando el río suena…. (igual es lo mismo que lo de los calabozos; también nos dijeron que era eso y, al final, ha resultado que es cierto). Como no se veía allí abajo otra cosa, en esa bodega, pensábamos que podía ser la abertura del desagüe que sale (ahora lo sabemos, porque se ha comprobado) por un canalillo al muro norte. Pero, es que antes, de pequeños, estaba lleno de piedras y no se podía ver bien el hueco. Ahora que está limpio ya vemos que no cabe por allí una persona, es solo un desagüe para echar líquidos (como dijo Eloy) fuera del castillo, por ese canalillo que ya vimos (como ya dije, ese subterráneo sería una bodega del castillo, sobre todo, para guardar el aceite y el vino, dos líquidos; ya vimos, pues, que aquí se podría resistir muy bien por un tiempo).
Este famoso pasadizo subterráneo del castillo apareció ya en el “Face” de Mesones, por primera vez, en el artículo de 21-04-2021, el que llevaba por título ¿SAETERAS Y MATACANES QUE MIRAN AL INTERIOR DEL CASTILLO? LA ALMENA DEL CENTRO DEL MURO NORTE. ¿EL ÚLTIMO BALUARTE DEFENSIVO DEL CASTILLO?, en el párrafo que decía de la bodega de dicha torre lo siguiente:
Aquí siempre hemos dicho también que estaba la boca del subterráneo o pasadizo para salir del castillo, como bien cita Eloy en su libro. Era, pues, también el mejor sitio para ello. Nunca la encontramos, quizás es porque haya que excavar en el suelo para verla o porque esté fuera, junto a esa torre, dentro del castillo. Si es así, ese espacio subterráneo estaría también cerrado y protegido.
Desde aquí, además, ha dicho siempre Carlos con sus prospecciones, parte el túnel para salir del castillo (en realidad, como dije después, solo le “marca” el péndulo desde la parte de afuera de la torre, aunque en esa dirección; lo que haya en la torre debe estar todo cegado), en dirección recta (bajaría por el Barrio Alto hasta el Barrio Bajo; y otra rama, antes de llegar al barrio Alto, saldría a la izquierda en dirección al río; tiene sentido, una iría a la acequia del pueblo y la otra directamente al río). Sabiendo, pues, como nos ha dicho Carlos, dónde puede estar la boca, no sería difícil, quizás, dar con ella. Esto supondría, además, darle un empujón mayor al castillo.
También vemos matacanes interiores en la almena de enfrente, la de la sala de la Felipa, y podría haber tenido también saeteras. Pueda ser que ambas torres se comunicaran con el famoso túnel; es más que una posibilidad (ya dije también en un comentario, que las torres octogonales templarias escondían siempre un tesoro o un gran secreto; quizá pueda ser este túnel; en la almena alta ya vimos que estaría la entrada a la “sala secreta” de los templarios).
Quizás algún día se compruebe”.
Y en el del 30-01-2022, en el que llevaba por título LA TORRE CENTRAL NORTE Y EL FAMOSO PASADIZO SUBTERRÁENEO DEL CASTILLO, únicamente dije lo siguiente del túnel en el texto de dicho artículo (otra cosa son ya los comentarios de las fotos, algunos aún más interesantes y esclarecedores, como hemos podido comprobar muchas veces):
“Lo anterior… nos lleva a pensar que ambas torres centrales pudieran haber estado comunicadas con el túnel o subterráneo de salida del castillo (ya que pasaría, al menos, cerca de esa torre central sur antes de salir del castillo), que podría comenzar en el bajo de esa torre central norte.
Muchas gracias a Carlos Molinero por toda la información que me ha facilitado y su esfuerzo para enseñarme el posible túnel que esconde el castillo de Mesones, pendiente de que alguien lo descubra. Esperemos que sea pronto”.
Pero, lo más importante de este artículo fue el amplio reportaje fotográfico realizado con Carlos, que expondré por ello ahora en éste del blog (algo, pues, que se ha quedado pendiente hasta ahora de trasladar aquí).
También aparecieron los párrafos anteriores, con algunas fotos del “famoso túnel”, en el reportaje de este blog de 20-05-2022, que llevaba por título LA TORRE CENTRAL NORTE. ¿EL ÚLTIMO BALUARTE DEFENSIVO DEL CASTILLO?; en el “traslado” al blog de los artículos del “Face”. Pero, consideraba que este tema debía tener también un tratamiento propio y algo más amplio, además de por lo mencionado en el párrafo anterior, el reportaje fotográfico con Carlos, esencial para comprender este artículo.
Como ya he dicho, desde pequeños nos dijeron lo del túnel del castillo, pero de lo que nos enteramos mucho más tarde sobre este túnel o subterráneo fue de lo de la “gruta”. Cuando Eloy escribió su novela del castillo (“El castillo de Mesones. Un camino hacia el interior”), y le puso este título, ya lo sabía, porque se lo había dicho Carlos; lo de la gruta “natural” que iba desde el castillo hasta el pueblo, poco antes de llegar al barrio Bajo (como sabemos, era antes esta zona, como su propio nombre indica, el lugar más bajo del pueblo -lógicamente, por aquí pasaba ya la acequia Molinar- y lo que está justo debajo del castillo, en línea recta desde su fachada sur). Por algunas zonas del barrio Alto (precisamente por donde dice Carlos que está la gruta) siempre se ha dicho que manaba agua, a veces hasta un surco, algo que es mucho. Es posible, pues, que esto pudiera estar relacionado precisamente con esta gruta, que recogería a lo largo del cabezo toda esa agua, al ser un terreno cárstico.
Como ya dije en algún artículo, quizá fuera el entorno de Mesones en el barranco de Andacón, donde se encuentra el castillo (lo vimos en el artículo de los Calderones; como el del cañón del río Lobos de Soria), con los vestigios de la prehistoria (sus cuevas, dólmenes, altares y marcas en las piedras), y ESTA GRUTA DE LA MONTAÑA en el cerro del castillo, lo que llevara a los templarios a hacer precisamente aquí (en este “lugar sagrado y mágico” para los antiguos) tan impresionante fortaleza. Como sabemos ahora, su monasterio-castillo; derribando completamente el castillo anterior que había, haciéndolo todo nuevo, de nueva planta; algo extraño, ya que lo más fácil, sencillo y económico hubiera sido reforzarlo o ampliarlo. Y sabemos que aquí había antes otro castillo porque hemos visto sus restos en las caballerizas, y por las excavaciones realizadas ahí, con los restos de cerámica que salieron.
Al menos, hubo algún castillo ya en el siglo XII y XIII, anterior al actual; y, seguramente, ya también antes o, al menos, alguna torre (quizá, defendida con alguna muralla) de defensa y comunicación tan numerosas y características en época musulmana (el lugar, como sabemos, es estratégico en el valle; por eso harían aquí Mesones -además, de por terminar aquí la acequia Molinar, como sabemos; confluyeron los dos elementos necesarios-). Según el “Plan Director”, existió ya una fortaleza islámica “de la que se tiene constancia por materiales arqueológicos”, y restos de cerámica del siglo XIII. Si el castillo actual pudo construirse (y estas serían las fechas más probables, de acuerdo con todas las pruebas, indicios y vestigios, que ya he ido exponiendo -en realidad, “porque no cabe otra”-), quizá, entre 1256 y 1263 (este último, el año de los “acabados”), es lógico que salieran restos de cerámica del siglo XIII; que también podrían ser del XII (ya vemos lo que dicen de la Virgen), en cualquier caso, seguramente, también “templarios”, de cuando estuvieran estos en el “otro castillo” (desde 1173, s. XII). Si el informe rector dice que hay restos musulmanes y del siglo XIII en el “suelo excavado” del actual castillo, con todo lo que ya sabemos, la fecha de construcción del castillo actual que proponemos (como ya vimos también en el artículo de las “Escrituras del castillo”), en este siglo XIII, debería ser del todo acertada. Y el que sea más listo, que proponga otra, con “pruebas, indicios o vestigios”.
Por ello, podemos saber, y no solo ya pensar, que los templarios no quisieron hacer aquí en Mesones simplemente un castillo (ya lo tenían; esto es lo que hubieran hecho otros, aprovecharse del castillo anterior y reformarlo o ampliarlo a su gusto, como ya he dicho -algo que, incluso, pudieron hacer los templarios al principio al llegar a Mesones, haciendo ya una capilla a la Virgen, poniendo en la entrada la piedra del trébol-; vamos, gastarse mucho menos; y nadie tenía el dinero para poder hacer esto; ni siquiera el rey, seguramente; y a éste le hubiera valido con el anterior bien reforzado) sino algo también muy diferente a un castillo, incluso, algo más también que un monasterio. Ya lo dije también (y es que no cabe otra con este castillo; no existe otro igual en España -o en el mundo-) quisieron representar aquí, en su conjunto, con esta fabulosa estructura, y con sus altas torres y murallas, todo nuevo y en piedra sillar (el castillo templario, intacto, sería MONUMENTAL, como podemos imaginar) no solo un templo de Dios (un monasterio; de ahí los claustros y los signos de cantero -otros castillos, que no sean de órdenes religiosas, o de algún “arzobispo”, no los suelen tener-), sino a la JERUSALÉN CELESTIAL, aquí en España, en la península Ibérica; como trajeron a Caravaca de la Cruz la del Santo Sepulcro, convirtiendo a esa ciudad en el centro espiritual del mundo (ahora, solo faltarían documentos que lo dijeran por “escrito”).
Como bien nos dijo Eloy, realizar con ello aquí, simbólicamente, la “TRANSLATIO”, EL DESCENSO DEL CIELO A LA TIERRA (en este lugar “sagrado y mágico” de Mesones):
"Mesones alberga el legado de más de 3000 años de saberes, sensibilidades e ideas. Al principio, los antiguos se asentaron en Mesones buscando reproducir las constelaciones del universo que hicieron posible la vida. Siglos después los templarios heredaron ese conocimiento. Pero ellos no buscaban ya la regeneración del mundo, sino la sublimación del mundo. Su misión era realizar la translatio: la implantación de la Jerusalén celeste entre los vivos, el descenso del cielo a la tierra“.
Y es que todo en este castillo está relacionado de tal manera que al final resulta que no podría ser de otra forma; teniendo, incluso, su continuidad hasta ahora (desde los templarios -con su Virgen- hasta D. Lope -techumbre mudéjar representando a la Jerusalén Celestial-, y hasta el cuadro-retablo de la capilla de San Ramón, con las altas torres y murallas de la Jerusalén celeste al fondo; y hasta nuestros días, que conservamos aún por suerte todo esto).
Si los hombres prehistóricos de Mesones hicieron sus construcciones megalíticas (dólmenes y altares) en la cima del monte de la Solana, sobre la enorme cueva del Zapatero (las cuevas y grutas, como el útero de la Madre Tierra; incluso, sobre la cueva donde habrían nacido ellos o sus antepasados -aún llegaría el recuerdo; habían nacido y salido de la cueva, de la Tierra-); los templarios quisieron hacer también su construcción, su templo de Dios, la Jerusalén Celestial, en otro cerro cercano, quizás también, sobre otra cueva o gruta de la “Madre Tierra”, ahora, convertida en la Virgen María, la madre de todos (la unión de lo pagano, de la naturaleza, con lo cristiano). Todo esto ya nos lo dijo también Eloy (como ya dije, todo está en su libro del castillo; como una auténtica profecía):
“Los lugares templarios siempre coinciden con viejos emplazamientos celtas, con antiguos lugares sagrados… lugares donde los antiguos creían que existían fuentes de energías telúricas… Para los celtas, el interior de los bosques, el cielo, los barrancos y cursos de agua eran lugares sagrados…Y también las “cuevas fecundantes”…Los celtas las relacionaron con ancestrales cultos a la fertilidad. Por asimilación con el útero femenino, las cuevas eran el útero de la Madre Tierra, la fuente primigenia de la vida… Con la inspiración de san Bernardo de Claraval, cistercienses y templarios impulsaron el culto a la Virgen María, una figura, por lo demás, insignificante hasta entonces en un mundo de hombres, como lo había sido el romano y lo seguía siendo el feudal… Fueron ambas órdenes las que popularizaron la imagen de María. Y este nuevo culto a la Virgen se introdujo, curiosamente, allí donde se instalaron cistercienses y templarios… Allí donde se había invocado por milenios a la Madre Tierra, las gentes empezaron a rendir culto a la Madre María… Así, el arcaico ritual pagano se transformó en la nueva piedad cristiana… el espolón rocoso sobre el que se alza el castillo está horadado por curiosas cuevas, y alguna de ellas fue abierta por humanos de hace, quizá, miles de años… ¿Cuevas fecundantes” de los antiguos celtas del Moncayo?... Sin duda es en la Celtiberia donde los templarios situarían su Crac de Occidente…” (Veruela, Trasobares, el monasterio de Piedra, Castellote, San Bartolomé de Ucero, Mesones…).
Y también nos dice en este su libro del castillo “El castillo de Mesones. Un camino hacia el interior”:
“Lo que se ve no es todo lo que hay; las apariencias nos confunden y ocultan la verdadera identidad. Al igual que ocurre con los árboles, de los castillos templarios vemos la altura de sus torres y murallas, pero no la profundidad de sus subterráneos y pasadizos… Pasadizos que, como las raíces de los árboles, se prolongan hasta la orilla de los ríos y lagos… Las almenas hacia el cielo; las criptas, subterráneos y pasadizos, hacia el interior de la tierra…”
AÑADIDO POSTERIOR A LA PUBLICACIÓN DEL ARTÍCULO
Una vez publicado este artículo, a los dos días, vi un artículo en un enlace de la página Camino Templario que viene a corroborar la teoría de Eloy sobre el origen del castillo de Mesones y lo que este artículo también respalda.
Os pongo el enlace del blog: Los templarios en Extremadura. La Orden del Temple. En dicho blog podréis leer el artículo “Cabeza del Buey y la Orden del Temple”. Viene a confirmar lo que Eloy expone en su libro “El castillo de Mesones. Un camino hacia el interior”. Por eso hicieron en Mesones el castillo. Sin duda, la historia del castillo de Mesones ya está completa respecto a su origen.
https://templariosenextremadura.wordpress.com/2013/02/09/cabeza-del-buey-y-la-orden-del-temple/?fbclid=IwAR2vu2rZkhWCaibHBO1Lv_qGQ64bi_m5dUSRPBuWn9PmV5EEjxOe6yE7AzYLo de los canteros aquitanos, que ya apunté en varios artículos, también sería cierto. Ya sabemos que el maestre de la ménsula lo era de Aragón, Cataluña y la Provenza; y que los fundadores de la Orden del Temple eran franceses, y su inspiración, como ya salió en un artículo, estuvo en la Provenza y el Languedoc.
Hasta lo de San Blas pega con Mesones. Desde luego es para sospechar. Vemos también esa torre "octagonal" de Magacela. Todo parece estar conectado. Como dice Eloy, las casualidades no existen, solo las causalidades.
Como vemos en el final de ese artículo, todo continuó como antes, como dijo Eloy en su libro del castillo de Mesones: "para que nada cambiara, tuvo que cambiar todo". Es lo mismo que con d. Lope en el castillo de Mesones, como ya hemos ido viendo, lo del "último templario".
http://www.castillodemesonesdeisuela.com/2022/03/el-ultimo-templario.html
Y ya sabemos que Ricla está muy cerca de Mesones -por el monte- (por lo de San Blas: que donde había un lugar templario, cerca había otro; HASTA AQUÍ ES ASÍ TAMBIÉN).
Por otra parte, Fernando Arroyo Durán en su artículo LUGARES SAGRADOS Y DIMENSIÓN MÍSTICA DEL TEMPLE, nos dice:
Ante las peculiares características de una orden militar y religiosa como el Temple, ignorar que existieron determinados tipos de «lugares sagrados» donde los templarios dejaron su impronta, y que no están recogidos en la limitada documentación oficial que hasta nuestros días ha llegado (en algunos casos, además, claramente censurada y manipulada), obedece simplemente a la necesidad de algunos investigadores de adoptar una pose academicista, mas en modo alguno al verdadero rigor histórico; la Historia, como relato de los hechos, no es letra muerta, sino un campo abonado que precisa constante revisión y profundización multidisciplinar, más allá de revisionismos partidistas…
Con ser importantísimo el hallazgo de nuevos documentos que ilustren la singladura histórica de la orden del Temple, no menos importante es sumergirse —a ser posible de forma no sólo teórica— en el pensamiento y la cosmovisión del hombre medieval…
La península Ibérica es un gran «bosque» lleno de «árboles», una tierra ancestral y crisol de culturas, de ahí que sus innumerables enclaves sagrados fuesen «marcados» desde tiempos inmemoriales con templos, que en el devenir del tiempo se iban superponiendo. Los templarios, como monjes-guerreros que eran, no fueron desde luego ajenos a tal pensamiento místico, de ahí su predilección por determinados lugares del solar hispano.
En la Edad Media, a través del Camino de Santiago y las otras rutas de peregrinación, llegaría y fluiría el mayor tesoro judío escondido en Tierra Santa: los secretos de la «Arquitectura Sagrada». Promocionados por la nobleza, el clero, la incipiente burguesía, el pueblo llano, y también por el Temple, los canteros y los maestros de obra acometerán una de las mayores construcciones arquitectónicas del hombre: las catedrales, junto con las innumerables iglesias y ermitas que jalonan la sagrada tierra de los celtíberos…
Y en EL SECRETO TEMPLARIO:
¿Cuál sería en realidad el secreto que pudo custodiar una orden de caballeros de Oriente y Occidente? Lamy parece tenerlo claro: «Un secreto que, de una manera u otra, aparecía como un medio de entrar en comunicación con otro mundo o con otro nivel de conciencia, mundo celestial o mundo infernal, o más probablemente los dos. Y si ello fue así, deberíamos poder encontrar las huellas en el mensaje que nos dejaron en la piedra» (La otra historia de los templarios. Martínez Roca, Barcelona, 2005).
Ese secreto cabría encontrarlo no sólo en la piedra, sino en el propio lugar elegido, donde se erigen iglesias, ermitas o catedrales financiadas y «diseñadas» por los freires templarios. Las encomiendas de la Orden, en muchos casos, se fueron instalando de forma casual y aleatoria en determinados lugares, gracias a las diferentes donaciones de reyes y nobles. Otras, sin embargo, fueron escogidas de forma muy precisa...
El investigador Juan Ignacio Cuesta Millán… dice al respecto de estos enclaves: «Esta oscura Edad Media terminaría con la explosión artística más formidable de la historia. La aplicación del arte sagrado, del hermetismo, a la arquitectura transformaría el románico en el gótico, en el que el santuario (...) se concibe como una verdadera réplica del Cielo, con toda su gloria.
La catedral, la heredera de toda la sabiduría, ahora es un libro escrito en piedra que comprendía todo el conocimiento secreto, todos los símbolos, todas las energías, todas las claves. Un engranaje equilibrado que establece un puente entre el hombre y la trascendencia mediante la conciencia. En su interior encontramos, incluso en nuestro tiempo, todas las vías por las que acceder a nuestra más íntima verdad» (Lugares de poder: los enclaves donde el hombre trasciende. Nowtilus, Madrid, 2003).
Los templarios, al igual que los iniciados de todos los tiempos, estaban interesados en convertir la Tierra en un reflejo del Cielo, para hacer verdadero aquel adagio hermético, síntesis de la analogía entre macrocosmos y microcosmos, que reza: … (como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba).
¿Lo de las escaleras “templarias”? Realmente esto es lo que se ha conocido por “darse el mundo la vuelta”. El castillo de Mesones, como ya he dicho, como la representación del Cielo (la JERUSALÉN CELESTIAL) en la Tierra.
Ni se lo merece Mesones ni la comarca, ni siquiera Aragón. Los que quieran ocultar esto están privando de su futuro a Mesones y a la comarca del Aranda, que podría desaparecer en pocos años si esto no cambia. La máxima autoridad debería conocer lo que están haciendo y poner a cada uno donde se merece.
ResponderEliminarDa la impresión que esto lo leen 4 gatos y supongo que de eso se aprovechan. Si nadie apoya es una batalla perdida. Te tendrás que olvidar de esto y no sacar nada más.
ResponderEliminarNo merece la pena.
ResponderEliminarGENIAL.
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