Este artículo salió publicado en el Facebook de Mesones el 7 de septiembre de 2021, en dos partes, ya que no cabían más fotos. Lo reproduzco todo junto.
ALGUNAS ESTRUCTURAS HIDRÁULICAS DE MESONES EN "PELIGRO DE EXTINCIÓN". EL BARRANCO DE LA CANALIJA.
Como continuación del barranco de Andacón, al que pertenece, según los mapas, el llamado barranco de la Canalija (el que está detrás del castillo), presidido por la famosa Peña de la Canalija, es, sin duda, un barranco especial, singular, espectacular; un paraje natural único en Mesones que poco tiene que envidiar a otro tipo de entornos y que pienso que aún no se encuentra lo suficientemente valorado ni, por supuesto, es conocido por los que no son de este pueblo.
Y todos sabemos por qué a este barranco se le llama así. Pero, lo que no sabemos aún es qué canal de las que allí existen hoy dio nombre en su día al paraje; igual fue otra que ya no está, casi seguro. Aquí, como sabemos, en vez "del canal" se dice "la canal"; de ahí la Canalija: una pequeña canal (igual que en vez del Azud, se dice la Azud; aunque realmente se diga “Azul”).
Si los romanos hacían acueductos con arcos, aquí vemos que ponían canales. Desde luego, esto debe ser ya algo más moderno (y económico). Los materiales que hoy se encuentran aquí en estas estructuras no parecen ir mucho más allá del siglo XX y como mucho a finales del XIX y, además, con sus correspondientes reparaciones. Pero, también es posible que hubieran existido otras estructuras más antiguas ya desaparecidas. No podemos saber, pues, aún, desde cuándo la otra margen de dicho barranco pudo regarse con este tipo de estructuras, acueductos o canales o, incluso, sifones, como veremos ahora (ya los hacían también los romanos, con tuberías de cobre o de cerámica, incluso).
Quizás, la escasez de agua en verano, donde el caudal de la acequia Molinar impide muchas veces irrigar bien los cultivos (a veces, hasta se regaba “por minutos”, apuntándolos en una libreta de anillas, de las de la escuela), pudo ser un obstáculo para ello. Pero, si se podía regar bien en otras estaciones del año, al menos, se podría conseguir una cosecha. Por lo que es posible que esto sea también muy antiguo. En el siglo XV (con los moros) se cita el paraje de la “Cajiella” (aunque vete tú a saber cómo pronunciaban o escribían lo hablado en ese tiempo los notarios). No sé si se referirá a este paraje de la “Canalija”; es una posibilidad.
Por ello, siempre existió aquí un interés en hacer regadío los campos (y es que en esta zona el secano no asegura nunca una cosecha segura al año y siempre, en todo caso, escasa) y llevaron esto, como veremos ahora en las fotos, hasta las “últimas consecuencias”.
He querido sacar este artículo porque realmente este tipo de estructuras hidráulicas están, como pone el título, en claro peligro de extinción, y quizás dentro de muy poco ya no se pueda hacer un reportaje como éste, porque ya todo habrá desaparecido para siempre (como ya ha desaparecido el tramo final de acequia o regadera de este paraje de la Canalija, el que llegaba hasta casi detrás del castillo; aun en este lado del barranco, el cual está ya totalmente cegado). Al menos, tendremos éste (reportaje) para poder conocer esta pequeña parte de la “historia”de Mesones.
A la vez, podremos disfrutar ahora con este artículo de este espectacular paraje.
Veremos estas estructuras hidráulicas empezando desde el puente del “Barranco Nigüella”, el de la carretera, subiendo por el barranco de la Canalija (es el mismo) y terminando en las Pasaderas.
PUENTE DEL BARRANCO NIGÜELLA. A la derecha de la fotografía, en una curva muy cerrada, a medio kilómetro antes de llegar a Mesones, vemos el camino que sale de la carretera y que lleva seguidamente al espectacular barranco de la Canalija.
Aquí iniciaremos este precioso recorrido, en el que recorreremos un barranco que posee unas estructuras hidráulicas olvidadas y muy peculiares, que nos sorprenderán, ya que aprovechan el agua hasta sus “últimas consecuencias” con el fin de hacer el mayor número de tierras regadío.
Hasta no hace muchos años a esta parte baja del barranco Nigüella iban las aguas sucias de Mesones y el olor era terrible en esta zona cuando pasabas con el coche, si bien ahora se encuentra canalizada por tuberías habiendo desaparecido ese olor tan desagradable.
Me dice mi tío José que tiene 92 años, que fue en el mes de octubre (sobre el 15-20) de 1940 cuando una gran barrancada se llevó el puente del barranco Nigüella. Él tenía 11 años y le pilló la tormenta con un pequeño rezago de ovejas en el Pino-Plano (parte de abajo de Andacón hacia las Navas), por lo que no pudo cruzar el barranco para ir a Mesones y se tuvo que ir a Nigüella a pasar la noche a dormir. Antes su padre y su abuelo fueron a buscarle, pero como no podían pasar al otro lado le dijeron que fuera a Nigüella a dormir.
Estuvieron sin puente dos o tres años y mientras hacían el nuevo pasaban por la tabla de Adolfo Gil.
Puente del barranco Nigüella. Un poco más arriba a la izquierda vemos la fuente Nueva, construida en 1927.
Puente de la carretera que cruza el barranco de Andacón. Desde aquí, como una "canal", como luego veremos.
“PRIMERA CANAL”. Subiendo por el barranco-camino de la Canalija, desde el puente de la carretera, encontramos a unos 70 metros la “primera canal”, que lo cruza para llevar el agua al lado izquierdo, proveniente de un ramal de la acequia Molinar, para seguir hasta salir junto a la carretera (justo en la curva del puente del barranco Nigüella) y seguir paralela a ésta hasta la siguiente curva, donde la atraviesa por debajo y riega los campos de esa parte de la huerta llamada la “Cerecera”, en el límite ya con el término de Nigüella y con el río.
Esta estructura está construida en sus extremos con bloques de mortero o cemento que parecen adobes de tierra, y la canal está hecha con cemento apoyada en bovedillas encajadas en dos vigas metálicas que van de lado a lado. Es la primera y, sin duda, la más importante de todas las canales del paraje, ya que recoge todo el cauce de la acequia y es la que más extensión riega, por lo que pudo ser la primera en hacerse. Seguramente, antes habría habido ya aquí, o en algún lugar próximo, otro tipo de estructura diferente a la actual que hiciera la misma función.
“Primera canal” en verano. Haremos un reportaje fotográfico del recorrido de todos los canales, sifones y paradas, empezando por esta “primera canal” desde el puente del barranco Nigüella.
“Primera canal”, en invierno.
Hasta aquí, hemos visto la “primera canal” desde abajo.
Ahora la veremos desde arriba, siguiendo el curso de la acequia Molinar, por su ramal o brazal, pasando andando incluso la canal que salva el barranco para llevar el agua al otro lado.
La acequia salva el barranco con un puente.
Continúa hasta…
…llegar a la carretera de acceso a Mesones, circulando cien metros paralela a ésta, donde al fondo de esta fotografía, la cruzará por debajo para regar el último paraje de acequia Molinar, la “Cerecera”.
El agua de esta “primera canal” llegaría hasta el paraje de la “Cerecera” (círculo azul), limitando ya con el término de Nigüella, donde acaba el último “hijalve” de riego de la acequia Molinar. Para llegar aquí ha tenido que salvar numerosos accidentes geográficos, desde laderas a barrancos.
“PRIMER SIFÓN”. Después de la primera canal, antes de llegar a la peña de la Canalija, viene un sifón, que desde un ramal de la acequia Molinar, en el paraje de los Tres Castillos, donde termina el cerro del castillo, recogía el agua en una especie de balseta donde por un agujero el agua se introducía en un tubo que descendía hasta el barranco, que era salvado por un pequeño puente en el que se apoyaba dicha tubería, del que hoy sólo quedan unos pilones de cemento. Esta tubería ascendía casi a la misma altura que la peña de la Canalija, donde salía el agua y era canalizada por una pequeña regadera hacia una balsa de tierra cerca del actual camino de la Yesería, que regaba los campos de Fortunato Velilla en el paraje de la Cerecera, pero en la parte derecha de la carretera hacia Calcena. Esta regadera, actualmente se encuentra totalmente cegada e inutilizable para su función, al igual que el sifón, como vemos en las fotos.
“Primer sifón”. Círculo azul, entrada al sifón del agua que se acumula en una pequeña balsa. El agua baja ladera abajo por una tubería (línea azul) que salva el barranco mediante un puente (línea roja) hoy desaparecido, para subir la ladera del otro lado del barranco y salir a una regadera (círculo amarillo) que la lleva hasta los campos y balsa de Fortunato.
A la izquierda de la fotografía saldría el agua del sifón tras salvar el barranco, continuando por la regadera hacia los campos y balsa de Fortunato.
Círculos rojos, sifones de entrada y salida de agua. Raya azul, tuberías, y rayas verdes, regadera a la altura de la piedra de la Canalija para llevar el agua a la balsa de Fortunato.
Balsa donde se recoge el agua que viene de un brazal de la acequia Molinar, para seguidamente entrar en el sifón.
A la derecha vemos un trozo del tubo metálico del sifón, la mayoría ha desaparecido, al igual que el puente que salvaba el barranco.
Si nos fijamos bien, vemos el tubo metálico del sifón en primer plano y si lo seguimos veremos al fondo, al otro lado del barranco su continuación, pues se ve el tubo metálico.
Pilares que sujetaban la canalización del sifón para salvar el barranco.
Esta panorámica es muy esclarecedora para tener una visión global de los canales y sifones del barranco de Andacón. Vemos el “primer sifón” (línea azul), “la primera canal” (rectángulo amarillo más grande a la izquierda), “la segunda canal” (rectángulo amarillo de la derecha más alargado) y “la tercera canal” (rectángulo amarillo seguido al anterior), y el “segundo sifón” y la canal de las pasaderas.
A la izquierda vemos el tubo metálico del sifón, continuaría por la línea azul, salvando el barranco, para luego salir a la regadera (línea verde), que llevaría el agua a los campos y balsa de Fortunato.
A la derecha vemos la regadera a la que llevaba el agua el sifón.
Esta regadera de la derecha llevaría el agua a los campos de Fortunato.
La regadera continúa pegada a la roca de la izquierda.
Y sigue…
Y al final el agua llegaba a los campos y a…
… la balsa, donde la acumulaba para cuando no hubiera agua. En esta balsa de Fortunato finalizaba el viaje del agua del primer sifón.
Como vemos, la balsa está sucia y llena de zarzales.
En la rueda de tractor tenía Fortunato Velilla el cartel “Fincas Velilla”. Se encuentra a la entrada del camino de la yesería, junto a la carretera.
SEGUNDA CANAL. Siguiendo por el barranco hacia Andacón, una vez pasada la peña de la Canalija, viene la segunda canal, que se abastece de un ramal de la acequia Molinar, el mismo del que recogía el agua el sifón anterior. Es un ramal que parte del Barrio Bajo, de la llamada “cequia Boticario”, atravesando todo el paraje de los Tres Castillos, que ya he mencionado (debajo del cementerio), y da un giro de unos 90 grados para bordear el cerro del castillo. Decir que es un tramo de acequia espectacular, casi imposible, pues discurre por la misma roca y justo en la vertiente de la montaña escarpada, pudiéndose, no obstante, pasar andando a pesar del vértigo.
Esta estructura está construida, en ambos extremos, con piedras de la zona, “tablonadas” de cemento y algunos bloques que parecen de adobe, pero que realmente son de mortero (como vimos en la anterior), y utiliza una canal metálica por donde cruza el agua al otro lado del barranco, que riega varios campos hasta el antiguo camino de caballerías que iba a la Yesería, junto a la peña de la Canalija, y por donde bajaban hasta el barranco con mulos los sacos de yeso. Se ve que su estructura ha sido modificada y reconstruida en varias ocasiones, debido a las riadas.
Vemos la “siguiente canal” del barranco, y si lo continuamos vemos también la tercera.
Regadera en la roca de la montaña que lleva el agua hacia la “segunda canal”.
Peña de la Canalija desde el barranco.
Peña de la Canalija desde la regadera que lleva el agua a las canales “segunda” y “tercera”.
Acequia construida aprovechando la roca de la montaña que llevaba el agua a las canales. Recorrido aéreo muy recomendable.
En algún tramo de esta regadera hubo que poner tubos, pues al estar pegada a la montaña se cegaba habitualmente cuando llovía en abundancia.
Hoy podemos ver, que hay tramos totalmente ciegos, por lo que no se puede regar por este brazal y el agua no llega a esta “segunda canal”.
Campos que regaba esta “segunda canal”, al otro lado del barranco.
Esta “il-la” con su tajadera es la que llevaba el agua a la “segunda canal”, para regar los campos del otro lado del barranco.
La “segunda canal” abajo, en primer plano. Vemos la “tercera canal” un poco más arriba.
TERCERA CANAL. A unos 150 metros más arriba de la “segunda” canal hay otra similar a la anterior, construida con los mismos elementos, y se ve también muy modificada por las diferentes actuaciones sufridas a causa de las riadas del barranco. Aquí el canal metálico, a diferencia de la segunda canal, va fijado también a los muros con unas varillas metálicas; la anterior iba pegada a la canal solo con mortero.
Este ramal de la acequia Molinar del que se abastecen la “segunda” y la “tercera” canal no terminaba en este tercer canal, sino que continuaba hacia “arriba”, en esa margen derecha del barranco, por debajo de las llamadas peñas de la Canalija, justo debajo del castillo, dirección a Andacón, aproximadamente unos 400 metros más arriba, si bien este tramo de acequia está actualmente roto, cegado e inutilizado, con lo que se ha dejado de regar ya en esta zona una amplia extensión de terreno que, además, no necesitaba canales.
Vemos marcados en rectángulo amarillo la “segunda” y “tercera canal”, esta última la más alejada.
Al fondo, el castillo.
El barranco de Andacón suele estar seco, pero cuando hay fuertes tormentas, a veces, suele bajar muy crecido, con una fuerza salvaje, que en el siglo XX se llevó el puente del barranco Nigüella.
Vista general del brazal de la Canalija, a la altura de la “tercera canal”, así como las tierras que regaba al otro lado del barranco.
Caidero de la “il-la” de la tercera canal.
La regadera en este tramo está muy sucia, casi cegada..
La regadera se integra en las rocas de la montaña.
La regadera sale ya de la zona rocosa y se dirige hacia la tercera canal.
“Tercera canal”, con su “il-la” y tajadera entreabierta.
Esta regadera no se acaba en la “tercera canal”, sino que continúa barranco arriba por detrás del castillo. Increíble cómo aprovechaban el agua. Al final se regaban todos esos campos del barranco de Andacón desde las “Pasaderas” hasta el final del barranco. En Mesones sabían la importancia del agua y en verano no se desperdiciaba ni una gota.
Último tramo del brazal de la Canalija, que está todo cegado y ya no se puede regar por aquí.
Aquí acaba el brazal de la Canalija. Ahora ya es secano. El ingenio humano siempre nos sorprende.
LA CANAL DEL POZO DEL TURCO. Siguiendo unos 500 metros más arriba de la “tercera canal”, llegamos por el barranco a la altura de la granja de los Carmelos (al principio fue de los Chuecas), donde no hace tantos años había una balsa de agua con patos, ahora ya seca. Y unos 200 metros más arriba siguiendo el barranco viene el segundo sifón. Sin embargo, vamos a ver primero esta nueva canal ya que este sifón está relacionado con ella.
Entre el paraje del pozo del Turco (ya sabemos ahora por qué se llama así) y el de las Pasaderas, en el llamado collado (rocoso) de las Palomas (como bien nos dijo Fernando), en un lugar, como vemos, también espectacular, parece ser que sobre mitad del siglo XX Clemente Chueca Sisamón instaló una canal (no sabemos si anteriormente habría aquí ya algo), que pasaba de un lado a otro del barranco de Andacón, para llevar agua desde las Pasaderas, en el barranco, donde la cogía, hasta una granja de pollos que hizo en el actual paraje, conocido ahora, como la Granja, justo debajo de la cueva Romano.
Después, esta granja se convirtió en corral de ganado y paridera. También hicieron aquí una balsa de tierra con la que durante un tiempo regaban algunas tablas. Jesús Serrano nos dijo que en tiempos regaban todo hasta el barranco.
Tras varias reformas en la canalización, después, no hará mucho más de 30 años, esta instalación fue modificada por completo ya que la anterior creaba muchos problemas porque se cegaba, primero la pequeña regadera y después los tubos o conductos que pusieron, por la tierra y la arena, modificándose también la anterior canal y haciendo una conducción nueva que se apoyaba ahora en varios pilares (al final, esta nueva aún dio más problemas). Hoy en día dicha instalación está abandonada, inutilizada y ya no pasa el agua a la otra parte del barranco, a la margen izquierda. La balsa de tierra, bastante profunda, en la que los Carmelos criaban patos, ya parece como si nunca hubiera existido.
Las “Pasaderas”
Vemos la antigua canal en el fondo del barranco.
El agua llegaba a la canal del Pozo del Turco de las escorrentías del barranco de Andacón, que eran canalizadas más arriba, debajo de las choperas, a través de un pequeño muro o azud (años antes se encauzaban 50 metros más arriba por una regadera de tierra) desde donde pasaba mediante una pequeña regadera que iba por el lado derecho del barranco, para después circular por una canal al lado izquierdo, y ya desde ese lado pegado al monte iba la regadera que llegaba hasta un sifón mediante una toma, continuando después hasta la granja de los Carmelos, finalizando en la balsa que recogía el agua.
Esa “cuarta canal” (construida algo más baja que la original y aprovechando su estructura como se observa) está construida en sus extremos al igual que las otras canales con bloques de mortero o cemento que parecen de adobe, sobre la roca del barranco, si bien la canal está hecho con vigas y bloques, material de construcción muy nuevo lo que indica que no hace muchos años fue reconstruida.
Encima del azud hay un abrevadero para ganado que aprovecha las escorrentías del barranco, que se encuentra debajo de una chopera, que si se continúa va a salir al camino que lleva a Mesones o al paraje de las Navas de Nigüella.
Aquí se ve la diferencia de los elementos constructivos utilizados para ambas canales paralelas, que distingue claramente las épocas en que se construyeron.
Aquí vemos ese pequeño muro o pared de piedras que sujetaba la antigua regadera que iba rodeando el monte hasta llegar a la balsa de la granja. Un metro y medio más abajo vemos la nueva canalización con tubos, ladrillos y arquetas.
Puente con la nueva canal, con lo que reducían metros al ir en línea recta, evitando así rodear el monte.
La línea azul es la regadera original que llevaba el agua a la granja de los Carmelos y la línea roja es la toma al sifón del Pozo del turco.
Hace 30 años aproximadamente hicieron esta regadera entubada un poco más abajo y hasta un puente hicieron para salvar uno de los barrancos del monte, pues la anterior iba pegada a éste. Poco duró en activo porque se cegaba mucho más que la original que iba por la superficie abierta y aunque se cegaba alguna vez era más fácil limpiarla. Se observan las varillas alargadas metálicas para introducirlas por los tubos para limpiarlos.
Antigua pila, junto a la granja, para echar las uvas y pesarlas. Por ello a estos lugares se les llamaba también "pesos". Era cuando se transportaban las uvas con caballerías porque la gente no tenía aún tractores y remolques. Hubo un momento en que casi todo el secano de Mesones estaba plantado de viñas, al ser lo más rentable. Ahora ya casi no queda ninguna.
EL SIFÓN DEL POZO DEL TURCO. Posteriormente a la construcción de la canal de las Pasaderas anterior, con el agua que discurría por esa regadera que iba hasta la granja, ya en esa parte izquierda del barranco, en un punto de la misma, se hizo una toma para, con unos tubos y un sifón, pasar un caudal hasta la otra parte del barranco, de donde procedía el agua originariamente. Como hemos visto.
Esta obra la hizo también Fortunato (le gustaban los sifones, como vemos; y otras “infraestructuras hidráulicas”; hizo de todo) para regar unas tablas que tenía en esa margen derecha del barranco en las que cultivaba vides -entonces esto merecía la pena-, poco después de pasar el llamado pozo del Turco, el que tiene agua. Fortunato regaba esos campos únicamente con el agua sobrante de ese canal de las Pasaderas, cuando ya no necesitaban el agua los propietarios de la granja. Esto lleva ya, como podemos suponer, muchos más años inutilizado, pero, aún se ven los restos de la obra, como podemos apreciar.
Sifón de entrada de agua.
Círculos rojos, sifones de entrada y salida de agua. Línea azul, tubería soterrada. Círculo amarillo, campos regables con el agua del sifón.
Conducción sobre pilares de la nueva instalación (también ya abandonada). Nada tiene que ver, como ya he indicado, con la toma del sifón que vemos al lado, ya que éste recogía el agua de la regadera, un poco más arriba, de la otra instalación, que pasaba el agua sobre el barranco con una canal de hierro.
Campos que regaba Fortunato con el sifón aprovechando el agua sobrante.
Aunque normalmente no lleva agua el barranco, cuando caen tormentas por la zona de la Cañada y Andacón lleva grandes avenidas de agua, llevándose todo a su paso, sólo los juncos aguantan estas embestidas. En el siglo XX tal fue la riada que llevaba el barranco de Andacón que se llevó el puente del barranco Nigüella y tuvieron que reconstruirlo.
Pozo del Turco (el del agua) tras la última riada del verano de 2021. El otro día hablando con los más mayores me dijeron que al que llamaban de jóvenes el pozo del Turco, era en realidad otro pozo que había un poco más abajo, donde había una “muralla” artificial (un azud) que era profundo y que cubría de sobras a una persona. Justo el “Bolo” me dijo que aprendió a nadar en ese pozo, y que allí se ahogaron dos jóvenes. Una barrancada grande debió cubrir la muralla y el pozo, hasta que la barrancada del año pasado la volvió a hacer visible (el pozo estaría debajo de la muralla). En el rectángulo marrón está la muralla.
La última riada dejó a la vista de nuevo la muralla y el pozo bajo ésta, en el que se bañaban los jóvenes de Mesones, ahora como vemos mucho más pequeño. Este sifón en vez de salvar el barranco con un puente, lo salva con las tuberías en el barranco, dentro de la muralla.
Como la mayoría de casetas del monte, ésta se encuentra en ruinas con una higuera dentro.
Corral de las Pasaderas
Cabaña del Secretario (Ibarzo).
Me ha dicho Paz, que su tío Carlos Molinero le ha dicho que en la parte derecha del barranco desde las Pasaderas iba una regadera que recorría la montaña hasta llevar el agua a los campos de Fortunato (su hijo Julio estuvo haciéndola), ahora ya desaparecida, al pasar por allí al hacer fotografías me pareció un sendero. Pongo varias fotografías más donde se puede observar la desaparecida regadera entre las rocas de los montes. La línea azul marca la regadera.
La línea roja marca la regadera.
Parece imposible que vaya por esa parte derecha del barranco la regadera, no se observa cemento. ¿Se llegaría a terminar y utilizar?
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