INFORME SOBRE LA SITUACIÓN, UTILIDAD Y DEFENSA DEL CASTILLO DE MESONES. 2ª PARTE.

Este artículo salió publicado en el facebook de Mesones el 12 de febrero de 2022. En la primera parte me centré más en el plano del castillo. Esta segunda lo voy a hacer sobre todo en el propio informe escrito.




INFORME SOBRE LA SITUACIÓN, UTILIDAD Y DEFENSA DEL CASTILLO DE MESONES. 2ª PARTE.

Este es el título del informe que hace el coronel de Ingenieros (de la Comandancia General de Ingenieros de la Zona Centro, del ejército liberal) D. Manuel Ubiña Sánchez en 1839 a la autoridad superior que se lo encarga sobre el castillo de Mesones. Informe que acompaña con los dibujos del castillo y del pueblo de Mesones que ya vimos en el artículo anterior. Esta sería, pues, la “segunda parte” de todo esto.

 

Al final, con paciencia, he podido “traducirlo” (al estar escrito a mano) casi en su totalidad (salvo alguna palabra suelta que aún me genera alguna duda).

 

No es cuestión de poneros todo el informe aquí, ya que es bastante largo, solo hacer un mínimo resumen y, sobre todo, señalar algunas cuestiones que para nosotros pueden tener mayor interés en relación con el castillo.


Después de describir el “posicionamiento geográfico” de Mesones, en el conjunto del sistema ibérico (escenario de las operaciones militares en Aragón), nos dice también que “del mencionado pueblo de Mesones salen seis caminos, todos de herradura” (aunque después solo cita cinco; faltaría, quizás, la senda hacia Brea): el de Nigüella, Épila, Tabuenca, Tierga e Illueca (como vemos, todos estos los pone en su plano del pueblo; Mesones, pues, como una “encrucijada de caminos”quizás esto pudo influir también en hacer aquí el castillo); señalando hacia dónde se dirige cada uno (el de Épila era el que iba a Zaragoza). Y dice que había 150 vecinos (en 1855 recoge Madoz 110 vecinos y 525 almas), por lo que haciendo una regla de tres en 1839 habría viviendo en Mesones 715 almas.



 

ACTUAL E IMPRESIONANTE VISTA AÉREA DEL CASTILLO ENCARAMADO SOBRE EL EXTREMO MÁS ESCARPADO DE LA CRESTA ROCOSA

Dado lo alejado en estos momentos del frente en Aragón (“terminando la línea fortificada del enemigo en el fuerte de Segura, distante unas 16 leguas de Mesones” -el Maestrazgo fue el último reducto de los carlistas en esta primera guerra que lleva este nombre-), con ciudades en medio, como dice, bien fortificadas, como Calatayud, Daroca, La Almunia y Cariñena, la importancia para las operaciones militares del castillo de Mesones, señala, sería menor y únicamente la precaución estaría en que no lo pudiera tomar el enemigo para unir este frente de Aragón con Navarra, algo que señala también improbable por ahora; aunque sí para molestar a una comarca que está en la actualidad pacífica y hacerse con sus recursos (lógicamente, víveres y personas). Para ello considera suficiente de momento establecer una guarnición de unos 70 a 75 hombres para su defensa, con muy pocas obras de refuerzo (las que ya vimos en el plano) y la colocación de varias piezas de artillería en el mismo (aunque señala que la altura de las aspilleras no sería la adecuadaya vimos que las del castillo de Mesones estaban hechas para arcos y ballestas, como las hacían en el siglo XIII; en el XIV ya eran troneras, para poder disparar también armas de fuego; con esto ya vimos también que era un castillo del siglo XIII).

 


Dada la amplitud de este castillo, señala también: “pero si llegare el caso de guarnecerlo con arreglo a la extensión de su línea de fuego y capacidad interior, entonces sería preciso concluir los alojamientos (querría decir con esto, ponerles techo; no habría ya tejados) en paredes de derecha e izquierda, del frente principal, este y el torreón de la campana todos proyectados sin duda para este objeto. Según la extensión de estos alojamientos pueden acuartelarse con comodidad unos 400 hombres con todo el desahogo necesario en la extensa plaza, almacenes espaciosos para víveres y municiones de guerra en los subterráneos abovedados que tiene, y depósito de una parte del agua que se acopie en el mismo aljibe que existe, algo reducido a la verdad comparado con todas las demás piezas del castillo”.



SALÓN PALACIEGO, SALA DEL CAMPANILLO Y SALA TRAPEZOIDAL.
Como dice el informe, llegado el caso deberían poner techo a todo esto. Fotografía de José Galiay.


VISIÓN GENERAL DEL PATIO DE ARMAS DEL CASTILLO.

Ya se dio cuenta, pues, el coronel que este aljibe (el de D. Lope) no era el propio de semejante castillo. Pero, tampoco sabía que el arzobispo hizo otro para otros usos, que no fueran de su “palacio” (el de la torre sureste)Tampoco se dio cuenta que esos “subterráneos abovedados” eran un antiguo aljibe (no debió ver la masilla)El coronel no sabía tampoco quién hizo el castillo, ni cuándo, ya que no dice nada sobre esto. Sí advierte que la ermita es muy posterior al resto del castillo, según le parece.


ALJIBE DEL PALACIO DE D. LOPE.

También nos dice: “es muy notable la situación particular que ocupa esta antigua fortaleza acertadamente elegida según su traza sobre el extremo más escarpado de la roca que ocupa; y también lo es el esmerado cuidado con que ha sido ejecutado en todas sus partes: todo ello es de cantería labrada y tan perfectamente aparejada que no ha tenido la más mínima desmejora, conservándose como si hubiera sido hecha en época muy reciente”.



También señala: “El torreón nombrado de la campana y el del extremo del costado izquierdo (sería el de la torre sureste) están descubiertos, al parecer no haber llegado a su total conclusión, pero a todos los demás los cierran fuertes y bien conservadas bóvedas hechas de piedra labrada”.


EL LLAMADO TORREÓN DE LA CAMPANA, SEGÚN EL INFORME.

Se observa claramente dónde iban los maderos que cubrían su techumbre apoyados en el arco, como vimos en la fotografía de Galiay. Como ya he dicho otras veces, el arzobispo ya no rehizo los matacanes de las torres. Lo que hizo fue hacer simplemente un murete, de mampostería, para poder apoyarse. Vemos todavía parte de éste en esa torre, según la fotografía que hemos visto antes de Galiay. Todo esto se quitó en las "limpiezas" y "adecentamientos" que hicieron del castillo a finales de los 50 y principios de los 60 del siglo pasado, ya que también podrían desprenderse piedras y caer abajo. También, pues, por seguridad. Como ya dije, en esta torre haría también D. Lope un tejado para cubrirla. Se supone que era su habitación, ahora, la habitación principal de su palacio, y por eso hizo el balcón festejador más grande y más lujoso, decorado; lógicamente, orientado al sur, al sol que más calienta. Carlos dijo que al limpiar la sala salían también trozos de teja. También salían tablas; seguramente el suelo era de madera, de tablas, de "parquet".

TORRE SURESTE 

TORRE SURESTE, ANTES DE QUE LA CUBRIERAN. FOTOGRAFÍA DE JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ PRADES.

Lo de suponer que no se llegaron a terminar esos dos torreones no parecería lógico dado que se ve claramente dónde iban los maderos que cubrían su techumbre (y en los dos estaba el arco). Es más lógico pensar que, simplemente, se han llevado los maderos y ha desaparecido el techo. Y también parece raro que subieran de propio a ver la bóveda de la capilla, cuando parece que tampoco, como ahora, habría escaleras.

No obstante, con todo esto, y con los planos que dibuja el coronel, nos podemos hacer una idea de cómo estaba el castillo por dentro en este momento. Debían quedar ya pocas estancias superiores (al nivel de la planta del castillo) “con techo” (más o menos, como las que conocimos nosotros): la ermita, la almena alta, la sala de la Felipa -la torre central sur- y la torre central norte, como hemos visto. El resto parece que estaba ya todo al descubierto, según podríamos deducir y entender del plano y del propio informe.


“TORREÓN DE LA SALA DORADA”. Conocida por los mesoneros como “La Almena Alta”.

Esta ha sido una de las más gratas sorpresas del informe encontrado. Lo que nos dice que era un torreón importante del castillo, totalmente habilitado y amueblado para su uso, lo que nos indica que el castillo se término, pues la habilitación de estancias siempre es posterior a la finalización de la obra. En él habría una techumbre en el que predominaría el color dorado, al estilo de la sala dorada del castillo de Illueca, debía ser muy bonita. Y no me equivoco, pues en la limpieza hace unos años del torreón de la sala dorada aparecieron numerosos restos de maderas pintadas de colores vivos (amarillo, rojo…) que se dejaron en huecos del torreón que se fueron llevando poco a poco los visitantes. Sin embargo aún quedan algunos trozos de madera con restos de pintura que he podido ver y que pongo en fotografías más adelante.

VISTA GENERAL DEL TORREÓN DE LA SALA DORADA, ANTES DE QUE ARREGLARAN LAS ALMENAS Y LA TORRE SURESTE.

INTERIOR DEL TORREÓN DE LA SALA DORADA.









TROZOS DE MADERA ENCONTRADOS EN EL INTERIOR DEL TORREÓN DE LA SALA DORADA. 
En el trozo de madera más grande se observan los vidaurretes y parte de la media luna del escudo de D. Lope.

Fotografía de detalle de un trozo de madera encontrado a palmo y medio de profundidad cuando limpiaron el suelo de la “ sala dorada”.

CARTÓN DEGRADADO CON DIBUJO ENCONTRADO A BASTANTE PROFUNDIDAD CUANDO LIMPIARON EL SUELO DE LA SALA DORADA, QUE PUDIERA TRATARSE DE LA TAPA DE UN LIBRO.
Esta especie de pez o ballena dibujado es el leviatán, el monstruo marino que describe la Biblia,  en representación del infierno, que comienza con el románico (el lugar q le corresponde) pero que se prolongará en el gótico.


Pero, se nos hace un poco extraño lo de la torre central norte, que ahora sí que está sin techo (y así la conocimos siempre) el que tuviera también esa bóveda de piedra, ya que hay un arco (además, hecho por D. Lope) para sujetar maderos, y los huecos de los maderos en la torre arriba. Suponemos que esto sería un error, una “generalización” que excluyó esta torre. La bóveda sí que estaba, pero en el piso inferior (igual ahí está el error). Sería una torre simplemente que todavía estaría cerrada por arriba. La explicación que podríamos encontrar que nos parece más lógica en todo esto (a falta de otras pruebas que pudieran surgir a partir de ahora; siempre hay que adelantar hipótesis) sería la siguiente: 


Creemos que todas las plantas superiores de las torres al nivel del adarve, salvo la de la torre central sur, la sala de la Felipa, que era bóveda y hubiera costado lo suyo arrancarla (tampoco estábamos seguros de esto en relación con la de la capilla, al no poder ahora visualizarla y no acordarnos cómo era cuando la vimos de pequeños; pero Carlos me ha dicho que encima de la techumbre de madera está solo el tejado) fueron desmanteladas en la guerra de los Pedros, quizás, porque la techumbre se apoyaba en un arco (salvo el suelo de la planta primera de la almena alta, que lo hacía en ocho arcos; y la bóveda del subterráneo de la torre central norteen seis) y en maderos. Solo con romper una pieza del arco toda la techumbre se vendría abajo. Después, para rehacerla, había que hacer lo mismo, construir otro arco (aprovechando las ménsulas que había) y poner maderos. 

 

En la torre central norte el arzobispo suponemos que haría lo mismo. Y al hacer esto pudo hacer encima, para proteger mejor la cubierta, un tejado; también en cada una de las torres (es como el tejado de la iglesia, si lo habéis visto; tiene su falsa y arriba el tejado). Aquí ya habría desaparecido también el tejado en 1839 (en los planos no se ve ninguno en ninguna torre, y en ningún sitio; según parece, solo estaría el de la ermita), pero el techo de esa torre todavía no (el suelo de la falsa), por lo que dice, por lo que sería después que quitarían los maderos; quizás esa torre todavía guardara algo en ese momento, o lo habría guardado hasta hace poco, que es lo más probable.


    

PATIO DE ARMAS Y TORRE CENTRAL NORTE.

 

 

TORRE CENTRAL NORTE 
En el informe del ingeniero militar dice que esa torre en el año 1839 todavía estaba cubierta. Se puede observar claramente los agujeros donde irían los maderos.
 
 

 
 
Todo indicaría que aquí habría también una techumbre mudéjar. No fue quizá una generalización del coronel, sino que le ocurriría igual que con la torre de la capilla. Al ver la techumbre intuyó también que habría una cúpula de piedra, como dijo. Quizá las dos fueran a USA. En vez de una venderían dos. Alguna rebaja les harían.

 


TORRE CENTRAL NORTE, INTERIOR Y PUERTA DE ACCESO A LAS ESCALERAS PARA SUBIR AL PASO DE RONDA.
 

 

 

PUERTA DE SUBIDA AL PASO DE RONDA EN LA TORRE CENTRAL NORTE.

 


 

 ARCO QUE SUJETABA LA TECHUMBRE EN LA TORRE CENTRAL NORTE.


 

 

SUBTERRÁNEO CUBIERTO CON BÓVEDA DE PIEDRA EN LA TORRE CENTRAL NORTE.

 

 

 BÓVEDA DE PIEDRA DE LA SALA “LA FELIPA”.

 

Cuando los dueños del castillo empezaran a desmantelar y vender “todo” se llevarían, quizá, hasta las tejas de las construcciones (menos las de la ermita; gracias a los cofrades), los maderos (buenas vigas de pino; y algunas hasta podrían estar decoradas con pinturas góticas -tendrían mayor valor-) y el resto de cosas que hubiera -hasta los suelos de piedra-. La última en desmantelarse pudo ser, pues, la de la torre central norte, que quizá quitaron los maderos también cuando los de la sala dorada. Igual también estaban pintados y tenían más valor que otros y los dejaron para el final. Igual había también alguna especie de “cúpula” de madera pintada, otra techumbre mudéjar.Ya vemos que el arzobispo en las dos aspilleras de esa torre hizo dos balcones “festejadores”, aunque con la “ventana pequeña” (igual era la “habitación” de invitados y también la quiso pintar “bonita”). Quizá, en ese momento, en 1839, estaba todo esto “en proceso”; ya vimos que era cuando la “desamortización”.




SAETERA CONVERTIDA EN BALCÓN FESTEJADOR POR DON LOPE EN LA TORRE CENTRAL NORTE.

Al hacer D. Lope los balcones festejadores en esas aspilleras  de la torre central norte les dio ya la forma gótica de la época. Nada que ver con la forma original que tenían. Dos momentos históricos, pues, muy diferentes (más de un siglo de diferencia) y dos finalidades ya muy distintas.
Con el cambio de la puerta de entrada del castillo las saeteras ya no apuntaban al camino de entrada y ya no tenían sentido. Los muros ya eran lo suficientemente altos para su defensa.

OTRA SAETERA CONVERTIDA EN BALCÓN FESTEJADOR POR DON LOPE EN LA TORRE CENTRAL NORTE.

 

El mayor expolio del castillo pudo ser, pues, por entonces, y por los propios dueños (que temerían que les quitaran todo -“el corralito”-). El claustro occidental, con sus arcos y columnas, ya parece que no existía cuando el coronel, por todo lo que dijo -extensa plaza- y por el propio plano del castillo -aquí ya no hay nada-. Quizás fuera desmantelado poco antes y sus piezas vendidas (si no, se tendrían que haber visto más de estas por el pueblo -las que se han visto serían ya de la terraza-).

 

Lo de la parte oriental del castillo sería ya otra cosa, coger piedras de un sitio para ponerlas en otro, en la nueva ermita barroca que hicieron en el siglo XVII, ya que no era la zona del palacio de los condes y “no tendría importancia”; y hasta D. Lope cogería mucha de esta parte en las rehabilitaciones y en las reformas para su palacio, en el lado oeste; también para hacer su capilla; la nave barroca sustituyó a otra más pequeña de D. Lope (seguro, mudéjar; ya dije que, al menos, llegaría, por lógica, hasta la puerta en el suelo de la nave -la trampilla- de la bajada nueva que hizo el arzobispo a la cripta -lo de la bajada aquí “en recodo” quizás tenga también su “miga”; igual cuento algo de esto un día-ya lo conté en la cripta”). 

 

Pero, como digo, la mayor parte de la zona oriental del castillo la desmantelarían al hacer la nave barroca ya que el arzobispo conservaría algunos de los dormitorios de los monjes para la tropa (les puso de decoración hasta las ménsulas “templarias”) y hasta las cocinas templarias y el refectorio y otras dependencias para la zona de defensa del castillo. Ahora, con D. Lope, una cosa era su palacio y otra el resto, el cual debía contar también con sus instalaciones y servicios.


DIBUJO Y PLANO DEL CASTILLO DE MESONES.

LOS PLANOS REALIZADOS POR LOS INGENIEROS LIBERALES DEBÍAN DE HACERSE DE ACUERDO A LA INSTRUCCIÓN DE 1838 PARA EL SERVICIO DEL CUERPO DE ESTADO MAYOR. 

“Cartografía de la primera guerra carlista…” de Alfredo Faus Prieto.

“La Instrucción de 1838 (Colección, 1839: 27-36) definía al Cuerpo de Estado Mayor del Ejército como el centro donde debían reunirse todos los documentos que le permitieran cumplir sus funciones como órgano director en tiempo de guerra: trabajos topográficos relacionados con las funciones atribuidas al cuerpo; itinerarios militares; memorias descriptivas en general y en particular de los cuarteles, cantones o campos en los que el ejército se estableciera; diarios de campaña; estados de fuerza del enemigo y de las divisiones y brigadas dependientes de él (situación del personal y del material a su disposición, con especial alusión a las pérdidas causadas por la guerra); informaciones sobre los hospitales y almacenes de víveres, así como sobre la composición y el espíritu público de los ejércitos; etc. (Art. 4). Además, dejaba en sus manos la prevención y el arreglo de la cartografía necesaria para el desarrollo de las operaciones militares (Art. 8), el reconocimiento estadístico del territorio (Arts. 9 y 14-15) y la representación en croquis de los cuarteles y campamentos levantados para facilitar el despliegue de las tropas (Arts. 12- 13). Según esta Instrucción, el responsable de llevar a término todas estas disposiciones era el Jefe de Estado Mayor de un ejército o división, pero podía delegarlas en los generales y brigadieres bajo sus órdenes. Para cumplirlas, unos y otros estaban autorizados a recurrir en caso de necesidad a los jefes y oficiales del Real Cuerpo de Ingenieros Militares, que quedaban adscritos de forma transitoria a la unidad correspondiente (Art. 10).”

HA SIDO UNA SUERTE QUE SE CONSERVE ESTE INFORME Y LOS PLANOS QUE LE ACOMPAÑABAN DE MESONES Y SU CASTILLO.


Aunque este dibujo y plano del castillo de Mesones parezca igual al anterior, ¡NO LO ES! Hay muchas diferencias, pues hay que tener en cuenta que se hacían a mano y cada uno era diferente.

CROQUIS DEL PUEBLO DE MESONES DEL AÑO 1839 EN EL QUE UTILIZARON COMO MEDIDA LAS VARAS CASTELLANAS, CODIFICADO CON NÚMEROS.

1. CASTILLO 
2. PLAZA PRINCIPAL
3. CASA CAPITULAR
4. IGLESIA PARROQUIAL
5. “HERMITA” DE SAN VICENTE
6. “HERMITA” DE SAN ROQUE
7. CEMENTERIO
8. PICO DE LA CRUZ DE LOS TÉRMINOS 
9. MOLINO HARINERO
10. ACEQUIA PRINCIPAL
11. ACEQUIAS DE REGADÍO

Me llama la atención dos cosas, primero el número 7, el cementerio del pueblo, que para estas fechas ya estaba construido, pudiera ser de los primeros de la zona en que se sacara al extrarradio. Diego Perales Pacheco, en su estudio “El colera y los cementerios en el siglo XIX” dice:
“Una de las medidas administrativas más importantes del siglo XIX, que quedará para la posteridad como uno de los logros en el perfeccionamiento de las medidas higiénicas y en la lucha contra las enfermedades, es el traslado de los cementerios desde el centro de las poblaciones a sus afueras. El que ahora estudiamos se corresponde con las epidemias coléricas o con el temor a padecerla, esto hace que se acelere por parte de la Corona cualquier medida que considere oportuna para la salud pública. El hecho de que los cementerios pasen de estar intramuros a extramuros de las ciudades, significa no sólo una variación en la ubicación de un edificio, sino que debió suponer la incorporación de ideas nuevas que debieron batirse contra intereses circunstanciales por un lado y por otra parte vencer la inercia para lograr lo que consideraban mejor para mantener la salud de la población, realizándose las inhumaciones fuera de las ciudades.”….
Lo segundo que me llama la atención es el número 8, “Pico de la cruz de los términos”, que desconocía por completo y que tras preguntar a los más “viejos”, me han dicho que es la zona donde está la cueva “Liso”, donde hizo la perrera el médico Dr. Gentille, donde  hay una explanada a la que se subía por la Solana en procesión con el cura a bendecir los campos. Posteriormente, un cura quitó esa tradición, al igual que otras procesiones que iban por el camino de la Solana y de la Cosumera.






Donde está ahora la antena estaría el “Pico de la  Cruz de los Términos”, donde habría una cruz. Y es que esas cruces las solían poner los frailes cuando iban por los pueblos predicando, y en un cabezo próximo al pueblo. Hasta hace pocos años estuvo puesta la de Oseja, arriba en el monte, encima del pueblo. Pero en todos los pueblos estaba. En Gotor encima de lo que ahora es el campo de futbol, al otro lado del convento (en los planos aún sale como el cerro del Salvador).

http://www.castillodemesonesdeisuela.com/2022/06/informe-sobre-la-situacion-utilidad-y.html

Comentarios

  1. Qué gran trabajo estás haciendo

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  2. Pero no te preocupes que ninguna institución te va a reconocer nada. Al revés, en cuanto puedan, a criticarte todo. Aquí somos así.

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    1. A Eloy, tampoco, desde luego. Y eso que es un Historiador.

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  3. Espero que sí, que al final este trabajo de sus frutos.

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