LOS ESCUDOS “TEMPLARIOS”
Sin duda, en el castillo podemos distinguir claramente dos tipos de escudos, además, muy diferentes: los escudos de D. Lope, claramente visibles por todo el castillo (en puertas, ménsulas y pinturas -las de la techumbre mudéjar-; y hasta vimos en el Face unos restos de pintura de sus escudos en maderas, entre los escombros de la almena alta) y los escudos “templarios”. Estos, sin embargo, han sido mucho más difíciles de ver y de encontrar, ya que no están “tan visibles”.
La función de estas dos clases de escudos era también muy diferente. D. Lope quiso que se supiera quién había “salvado” al final el castillo “templario”. Los escudos de los templarios tenían, sin embargo, una función muy distinta; eran como el resto de las marcas o signos de cantero, como ya vimos, para “proteger” el castillo, el monasterio, el “templo” de Dios; una construcción que era una representación aquí, como ya hemos ido viendo, nada menos, que de la Jerusalén Celestial, en este castillo de Mesones. El arzobispo, cuando vio la “destroza”, la reconstruyó en su cúpula (como dice Eloy en su libro del castillo, las casualidades no existen, solo las causalidades).
Un escudo templario ya nos lo enseñó en su libro de los signos de cantero Martínez Prades. Es una marca de cantero. Es un escudo con una raya diagonal dentro. Supongo que sería uno que vimos en el interior de la torre del campanillo. Después nosotros hemos encontrado unos cuantos más de ese tipo, con diferentes variantes, también en dicha torre, pero en el exterior; como ya indiqué y os mostré en el artículo del significado de los signos de cantero. Es, sin duda, un “arma de protección”, que es de lo que se trata como vimos con las marcas de cantero.
Y otro escudo templario lo vimos ya en la dovela, casi central -está un poco inclinada- de la puerta elevada, la entrada del castillo templario, con una cruz patada dentro; un escudo “repicado”, como vemos, quizás, desde 1312, mucho antes de cuando el arzobispo; posiblemente de cuando el rey se quedó ya con Mesones y su castillo, todo para él.
Y también descubrimos otro en lo más alto de la almena alta, en la piedra que cierra la cúpula, la bóveda de dicha torre: el escudo del patrón de los templarios rodeado, como hemos ido viendo en otros artículos, de marcas de cantero, especialmente de la I de Ihesús, el símbolo del Cristo resucitado, al estar en la torre octagonal, la más alta del castillo, la que conecta el Cielo con la Tierra; la torre de la “resurrección”, como ya sabemos (ya lo dijo Bozal, cada construcción tenía su plan establecido para la colocación de los signos; y ya hemos vistos que, si bien hay muchos que están por todos sitios, algunos son característicos, o se dan con mayor frecuencia, en determinadas zonas del castillo, especialmente en el caso de las torres).
Como ya dije, pusieron a su patrón (otra “protección” para el castillo, como las marcas de cantero), San Bernardo de Claraval, en lo más alto del castillo (su escudo compuesto por las rayas diagonales de la orden del Císter y con la cruz templaria remarcada en el octógono en el que se encuentra); como habían puesto a su Virgen (su “patrona”; hoy también la nuestra; es la misma) en la capilla templaria, sobre su basa, en el altar debajo del ventanal del muro este (hace poco vimos los agujeros para sujetarlo).
Pero, en la última visita que hemos hecho al castillo hemos encontrado más, más escudos “templarios”; y son nuevas marcas de cantero, desconocidas hasta ahora (al final, si seguimos así, serán bastante más de 200 diferentes; algo totalmente excepcional, y no solo para un castillo, sino también para un gran monasterio). Éstas no las recoge Prades. Y son cuatro nuevos “escudos templarios” totalmente distintos a las anteriores marcas de cantero de estos escudos.
La mayor sorpresa fue cuando nos encontramos en la torre sureste, como vimos, la zona más noble del castillo templario (ya dije que los “restauradores” de esa torre “adivinaron” -ya que no salía, ni sigue saliendo aún en los informes- que era una zona importante del castillo) el escudo de San Bernardo como una marca de cantero, es decir, en un sillar; fabuloso e inesperado. Como ya dije un día, “el que manda, manda”, y puso a su patrón (para que le protegiera) donde más le interesaba, en la entrada a su “habitación”, donde dormía, sus aposentos.
Los otros escudos templarios están por el patio del castillo, en la zona occidental, la que hoy mejor se conserva, porque la escogió D. Lope para su palacio. Y se trata de tres escudos de los que utilizaban los templarios en sus luchas contra el infiel, con la cruz en medio; lógicamente, un arma de protección para el combate. Y, como signo de cantero, dos signos en uno, el escudo y la cruz (de Cristo) dentro, doble “protección”.
Lo de los informes oficiales que dices es muy extraño. Se supone que lo oficial sería lo que sale en SIPCA, pero lo del plan director del castillo dice otra cosa diferente. Por lo que me ha dicho, los guías del castillo no seguían la línea oficial del Sipca que pone que el castillo lo hizo el arzobispo de Zaragoza de nueva planta, todo de una vez. Pero esto no es ya lo que dicen los guías, ya que esto es imposible. Al menos, las versiones oficiales o seudo oficiales se tendrían que poner de acuerdo para no confundir a nadie.
ResponderEliminarComo vi en un comentario que salió en la página del Facebook de Mesones de una página de castillos en la que salieron tres fotos del patio del castillo y uno que no conocía el castillo al verlas lo descubrió todo, diciendo con sorpresa "románico encastrado en gótico", supongo que cuando se metiera en internet, y viera lo que aún sale, pensaría, y con razón, que por aquí somos todos tontos.
Ver estas cosas y que nadie aquí haga nada es que me da auténtica verguenza. Lo de tontos seguro que se quedaría corto.
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ResponderEliminarLo de vergüenza, con dos puntos. No lo ha sacado bien el programa que sea.
EliminarEl que vaya a ver el castillo habiendo leído el libro de Eloy Morera Gracia y lo que tú has publicado y le empiecen a contar cosas raras, se tiene que pensar que le están tomando el pelo, es para salirse del castillo a la primera, o verlo por su cuenta, si se puede, no sé.
ResponderEliminarLei el informe director del castillo y ahora que ya se sabe el origen del castillo es todo un auténtico despropósito, no se pueden decir más tontadas en menos espacio, es que son todo auténticas aberraciones. No me extraña que los responsables de esto, tanto los autores como las instituciones que les han pagado, quieran ocultarlo todo. Y supongo que algunas familias de la nobleza deberían querellarse por las calumnias e injurias que el informe hace contra sus parientes lejanos, de los que heredaron sus bienes y títulos, sin fundamento alguno.
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