LOS CALABOZOS DEL CASTILLO O EL ALJIBE TEMPLARIO
Este artículo lo publiqué en el Facebook de Mesones el día 5 de abril de 2021. Aunque he añadido un pequeño resumen al final para explicar mejor todo el artículo.
¿Son las estancias a las que hemos llamado siempre los mesoneros los calabozos realmente los calabozos del castillo de Mesones, o por el contrario era un aljibe que había en el castillo, tal como dice Eloy en su libro?
En la visita que realizamos el 31 de marzo de 2021 al castillo, el objetivo principal era fotografiar la cruz templaria que Eloy había visto en los llamados “calabozos “ cuando estuvo de guía en el castillo y que fuera otro argumento más para esgrimir por el alcalde de Mesones ante Patrimonio, y poder reafirmar con más fuerza el origen templario del castillo de Mesones.
Actualmente no se puede acceder a los calabozos en las visitas guiadas y para hacerlo se ha de realizar con una escalera. El alcalde nos dio permiso y nos facilitó las llaves del castillo y la escalera del Ayuntamiento, la cual subimos a hombros desde la casa de Isabel y Octavio.
Una vez en el castillo, con la escalera accedimos al interior de los “calabozos”, quedando impresionados de la magnificencia de la estancia, estando dividida en dos salas rectangulares por un muro que tiene cuatro preciosos arcos ojivales. Al bajar, quedamos embelesados de la profundidad, amplitud, altura y belleza de la estancia y su sólida construcción de muros de piedra sillar y bóveda con piedra roja de rodeno, a excepción de alguna hilada que es de piedra caliza.
Enseguida en lo más alto de la bóveda vimos la cruz templaria a unos 8-10 metros del suelo. Sacamos fotografías de la cruz y seguimos inspeccionando. El suelo de la estancia estaba lleno de enrona procedente de las limpiezas y adecentamientos del castillo a finales de los años 50 del siglo XX. En la intervención que realizaron hace unos años limpiaron una pequeña parte del fondo de la estancia hasta llegar al suelo original, si bien dejaron la enrona en el resto del calabozo.
También observamos que el muro de la estancia de la muralla norte tenía una masilla entre las piedras sillares para hacer la pared estanca. Esto indica que esta sala originalmente fuera utilizada como aljibe, con independencia de los usos posteriores que se diera a la misma.
Asimismo, observamos cómo la mayoría de las piedras de la estancia están recubiertas de carbonato cálcico por, en principio, haber contenido agua en su interior o por rezumar agua por el techo o las paredes. Incluso se llegan a ver pequeñas estalactitas de carbonato cálcico.
Se observa también que en el muro donde se encuentran los arcos ojivales hay cuatro agujeros distribuidos proporcionalmente a lo largo del muro que conectan ambas salas de la estancia, donde se introducirían los maderos o vigas de madera que irían hasta las paredes confrontadas respectivas de ambas salas donde confrontan con otros agujeros donde se introducirían la otra parte de los maderos. Esto nos indica que había un techo a la altura de dichos agujeros que dividía la estancia de los “calabozos”en dos alturas, la más baja donde iría el aljibe y la más alta que sería la abovedada que podrían utilizar de bodega o almacén. Además, se observa en la bóveda el agujero en el techo desde donde se ha dicho siempre que bajaban a los presos y otro agujero rectangular o cuadrado muy trabajado y alisado que podían utilizar mediante una plataforma o polea para con un cubo subir agua del aljibe o productos que guardaran en la planta abovedada.
Habíamos descubierto que había dos plantas en la estancia de los calabozos, pero algo no nos cuadraba, algo faltaba para entender bien la distribución de la estancia. Y observando bien la pared del “calabozo” más cercana al patio de armas, vimos que en esa pared había un agujero más en la hilada donde iría el suelo que separa ambas plantas y no confrontando con ningún agujero en el muro de los arcos ojivales. También vimos que en ese mismo muro más cercano al patio había otro agujero más bajo a la altura de unos dos metros, separado aproximadamente tres metros del quinto agujero referido que no confrontaba con otro agujero. Y “Eureka” a Eloy se le encendió la bombilla y se dio cuenta que esos agujeros se habían realizado para poner una escalera que accedía desde el patio a la sala abovedada. Qué sencillo era todo, si se observa con detenimiento.
Los llamados Calabozos es una sala espectacular que hay que poner en valor urgentemente y para eso hay que hacerla visitable.
Con todo lo anterior, y como añadido al artículo que salió en el Facebook de Mesones, podemos terminar haciendo un pequeño resumen para comprender mejor todo:
Gracias por esta gran publicación, y por arrojar luz sobre un lugar que, lamentablemente, no puede visitarse. Las fotos son estupendas. ¡Y gracias por la imagen del cómic y la promoción!
ResponderEliminarEloy Morera
Muchas gracias Eloy. Tu libro fue el origen de todo.
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