LAS COCINAS DEL CASTILLO

Este artículo lo publiqué en el Facebook de Mesones el 29 de abril de 2021. Por entonces ya sabíamos bastantes cosas del castillo.

 LAS COCINAS DEL CASTILLO


Vista aérea del muro norte, entre la torre central norte y la noroeste, donde se encuentran el refectorio o comedor, las cocinas y el aljibe


Actual distribución de la zona de las cocinas del castillo. Lo que pongo como chimeneas eran los respiraderos de las cocinas.





LAS ESTANCIAS CONOCIDAS COMO “LAS COCINAS” NOS REVELAN QUE DON LOPE NO FUE EL CONSTRUCTOR DEL CASTILLO, SIENDO LA CONSTRUCCION PRIMIGENIA ANTERIOR A LA EPOCA DE DON LOPE. Y LAS OBRAS QUE REALIZÓ ÉSTE EN EL CASTILLO NO FUERON NI LAS FUNDAMENTALES NI LAS PRIMERAS. LAS COCINAS DEMUESTRAN QUE HUBO UN MÍNIMO DE DOS FASES CONSTRUCTIVAS EN ÉPOCAS DIFERENTES, CON CAPACIDADES, INTERESES Y FINES MUY OPUESTOS.

En la sala contigua a las cocinas (lo que haría las funciones de refectorio) hay dos saeteras abiertas en la muralla norte, y pegadas a ella lo que queda del arranque de dos arcos, que en sus ménsulas llevan grabados los escudos de D. Lope, sobre los que se apoyaría un techo de madera.

Se observa que una de las saeteras o aspilleras es más alta que la otra. 


Puerta que da acceso a las estancias de las cocinas


Dos saeteras en el refectorio anexo a las cocinas. Se observan en el muro dos zonas de piedras  retalladas, por donde iban los muros primigenios del castillo.

La más baja lleva un segundo arco bajo el techo, debajo del otro arco original, con el objetivo de insertar el arco diafragma y sin duda esa modificación fue hecha por D. Lope, pues su escudo campea en la ménsula, no teniendo sentido ni lógica la colocación de ese arco en medio de la saetera, no teniendo la misma fuerza de sujeción que si estuviera puesto sobre el muro sin ningún tipo de vanos. 


Saetera modificada con doble arco para insertar un arco



A la derecha de este arco se observa un trozo de muro retallado y cubierto de argamasa (en la zona más alta ni siquiera están retallados los sillares salientes) donde iría un muro original perpendicular al muro norte, donde seguidamente va pegado el muro actual de mampostería, que se observa que no está bien encajado con el muro norte.




En el otro arco diafragma, también con un escudo de D. Lope en la ménsula, situado a la izquierda del primero se encuentra insertado sobre el muro, no cayendo debajo del vano de la saetera, como así ocurría en el anterior. Por lo que el mismo está mejor encajado y tiene más fuerza para sujetar el peso del techo. Sin embargo, si observamos con detenimiento, vemos que está encajado sobre un empalme de un antiguo muro (que está retallado y lavado con argamasa) que va perpendicular a la muralla norte, que dividiría la actual estancia en dos, totalmente simétricas, donde la saetera iría en el centro de la sala.


Segunda saetera del refectorio. Se observa que insertaron un muro, tapando parte de la misma.



Todo lo anterior, nos indica que en esta sala hubo un corrimiento de muros, sustituyendo los originales por otros, que hicieron que cambiara la fisionomía de las estancias ubicadas en este muro norte, conocidas como las de las cocinas y el aljibe.

Tras estudiarlas detenidamente estas tres estancias (aljibe, cocina y sala contigua) se comprueba que hay cuatro zonas en el muro norte donde se han corrido los muros originales. Por lo que si quitáramos los muros actuales de mampostería y imaginariamente desplegáramos en las zonas retalladas las paredes perpendiculares al muro norte en las zonas donde irían las originales, saldrían cuatro salas de igual tamaño con una saetera en el centro de cada una de las salas. Esto confirmaría que originalmente había cuatro salas totalmente defensivas  con su saetera, siendo simétricas, con muros de sillería anclados perfectamente en la muralla, no como los actuales que son asimétricas, de mampostería, mal insertados en el muro norte, limitando la funcionalidad de una de las saeteras.


Vemos que originariamente en esta zona habría 4 estancias simétricas (estancias en rojo), con una saetera cada una. Actualmente sólo hay 3, para ello corrieron los muros, quedando las saeteras asimétricas e incluso una de ellas inutilizada.

Al correr el muro donde se hizo el nuevo aljibe, para poder hacerlo, tuvo que correr los muros del resto de toda esa zona del castillo, incluso, de los subterráneos, lógicamente, ya que si no se le hubiera caído todo (como ya vimos al hablar de las cuadras o caballerizas). Las antiguas "caballerizas" llegarían hasta la almena alta. No le importó ya al arzobispo en el corrimiento de los muros tapar parte de una saetera.


Estancia del aljibe. Vemos los sillares que sobresalen del muro que marcan por donde iría el muro original.


Subterráneo debajo de las cocinas. Se observa que también aquí corrieron los muros.



Al igual, todo el muro de la puerta elevada era, en la construcción original del castillo, una zona de defensa. D. Lope tapió la puerta en altura (con ladrillo), quitó los muros de esas estancias y lo convirtió todo en un salón palaciego.


Vemos que la puerta elevada del castillo está tapiada


Vista del salón palaciego desde la torre suroeste


Vista del Salón desde la torre noroeste


Vistas del salón desde el interior del castillo


La puerta elevada fue cerrada por D. Lope cuando hizo el salón. Se abrió de nuevo en la década de los cincuenta del siglo XX.


Vistas del salón desde la puerta elevada

Simplemente con sentido común y unas fotografías podemos afirmar categóricamente que en las salas conocidas como Las Cocinas hay dos etapas constructivas, la segunda fue realizada por D. Lope en el siglo XIV, pues sus escudos en las ménsulas de los arcos así lo confirman, en la que utiliza mampostería para realizar las paredes, trasformando un castillo fortaleza anterior hecho en piedra sillar en un castillo palacio residencial, adecuándolo a sus intereses. Ya no había peligro de invasión por los castellanos, por eso D. Lope no dudó en debilitar las defensas del castillo, para adaptarlo a los nuevos tiempos.


Vista aérea vertical de las estancias de las cocinas y el salón

Cuando D. Lope construye el castillo (oficialmente, dicen que entre los años 1370-1382) ya había acabado la guerra de los dos Pedros (1369), por lo que no tenía sentido hacer tan costoso castillo en piedra sillar, cuando ya había terminado la guerra, habiendo además una penuria económica agravada por la larga guerra que imposibilitaba pagar semejante obra.

Estos corrimientos de muros, con arcos de diafragmas con ménsulas con el escudo de D. Lope nos datan categóricamente esta segunda fase constructiva del castillo en el siglo XIV.


Estas marcas dejadas en los muros por el corrimiento de los mismos, nos indican claramente las dos fases constructivas del castillo y los escudos de D. Lope nos indican que él fue el promotor de la segunda fase


Restos del muro del castillo primigenio




Estancia de las cocinas, donde podemos ver uno de sus cuatro respiraderos. Antes no había chimeneas, sino un agujero en el techo.




Dos de los cuatro respiraderos de las cocinas

Ya vimos esos respiraderos de las cocinas (subían mucho más altos que ahora y estaban inclinados por arriba para que no se metiera el agua; como con forma de cúpula; se puede apreciar en el plano del coronel publicado en el facebook), a la última moda, sin duda (antes solo había agujeros en los techos). Y lo que no se habría visto antes nunca en ningún sitio, unas cocinas con aspilleras; aunque aquí ya no hizo el hombre bancos para sentarse (serían ahora para dejar cosas, sin que estorbaran -sacos de patatas, aún no-).




Vemos la saetera en la sala de las cocinas, del muro norte, que paso a ser una zona de servicios en el castillo palaciego de D. Lope, donde instalaron las cocinas. 
Y los respiraderos de las cocinas, después de tantos siglos, aún están negros. Y esa saetera parece que la han utilizado en algún momento para hacer fuego. En la Edad Media los fuegos para cocinar se hacían sin chimenea, dentro de la sala correspondiente, en el suelo; y el humo subía simplemente hacia el techo, que estaba siempre lleno de hollín y corría el peligro de incendiarse (había muchos incendios). Por eso no se podían hacer dos plantas donde se cocinaba. En todo caso lo que se hacía era simplemente un agujero en el techo para que saliera el humo. Esos respiraderos que hizo D. Lope en las esquinas debía ser algo de lo más sofisticado en la época; claro es que estaba convirtiendo el castillo en un palacio. Antes, hasta el siglo XVI, las chimeneas, como las del castillo, eran sólo para calentarse, no para cocinar. 
 

Chimenea de las cocinas vista desde el paso de ronda





Vemos tapiada en el muro, a la izquierda, una antigua ventana que comunicaba el refectorio con las cocinas. 
Esa ventana la taparon en los adecentamientos del castillo de finales de los años 50 para no tener que restaurarla. Con la puerta de las cocinas (ahora con puntales) no pudieron hacer esto porque hubieran dejado la estancia incomunicada. Ya vimos en el "Face" dos puertas tapiadas en ese momento para no tener que restaurarlas. Restauraron dos, pero más debía ser ya mucho. No les importó borrar las huellas del pasado. Se supone que una restauración futura adecuada debería dejar las cosas como estaban antes de hacer eso.




Saetera en la sala de las cocinas


Sala donde vemos el corrimiento del muro, debajo se encuentra el aljibe que construyó D. Lope




Dispensador de agua, desde donde por la tubería que se ve llevaban el agua a la fuente que había en el claustro occidental del castillo


Tubería 

¿Quién pudo costear semejante construcción en piedra sillar años atrás antes de que D. Lope fuera el poseedor del castillo de Mesones? 

Está claro, ¡¡¡Los templarios!!! Eran los banqueros de la edad media, a reyes y nobles les prestaban dinero.

¿Y a quién perteneció Masones desde el año 1173? 

A la orden del Temple, año en que les fue donado por Sancha de Abiego. 


Del libro del año 1910 de Miret y Sans “Les cases de templers i hospitalers a Catalunya”

¿Y quién pudo construir semejante baluarte defensivo, rudo, cerrado e inexpugnable, en un pequeño pueblo, en un escondido valle cerca del Moncayo? 

¡¡¡La orden del Temple!!! Y esta construcción primigenia sería aproximadamente del año 1255 (siglo XIII).

Un lugar como Mesones condensa el tiempo y la orden del Temple no se instalaba en cualquier territorio, buscaban lugares para ellos sagrados, muchos de ellos eran los mismos donde antiguamente se habían instalado los celtas, siendo Mesones uno de estos lugares con ancestrales cultos celtas.


Preciosa vista del castillo de Mesones desde los montes sagrados de la Solana. Fotografía de Rosa Paz Molinero

Todo lo relatado lo explica claramente Eloy en su libro y cómic, del que voy a aprovechar unos dibujos, donde se ven claramente las diferencias entre las actuales salas de las cocinas y las que fueron las estancias originales del castillo templario.


Lámina del cómic de Eloy Morera “El castillo de Mesones. Un camino hacia el interior”. Aquí explica en pocas palabras y con imágenes lo relatado en el artículo.



Comentarios

  1. Supongo que más claro agua. Pero lo de la última foto, los que no hayan visto todo lo que salió en el Facebook de Mesones, no lo pueden entender.

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