LA CRIPTA DEL CASTILLO DE D. LOPE
LA CRIPTA DEL CASTILLO DE D. LOPE
Como de casi todo, en este castillo hay siempre dos cosas, las de D. Lope y las de los templarios. Y es que en el mismo castillo, el de Mesones, como ya sabemos, hay dos castillos en uno, el castillo de los templarios (el “primigenio”) y el de D. Lope, fruto de las rehabilitaciones y reformas del arzobispo. Con este título, pues, he querido diferenciarla de la “cripta templaria” (no hubiera estado bien poner de título solo la cripta del castillo), que nadie sabía antes dónde estaba, la del muro este, hoy enterrada; antes aún se veía parte del hueco y la ventana de la misma (también enterrada; ahora sirve de “desagüe” de las aguas del tejado de la ermita, como ya vimos; o de lo que se quiera echar por ahí; cuando friegan el suelo creo que el cubo lo vacían ahí). En diversos artículos la hemos conocido ya un poco; ya vimos que estaba justo debajo del altar de la capilla templaria (aún están lo agujeros, debajo del ventanal, donde se sujetaba éste, como vimos) . Toda la capilla templaria, incluida su cripta (donde enterrarían a los monjes templarios -antes de “enterrarla” se podrían haber hecho excavaciones; algo saldría, hasta alguna lápida “templaria”-) sería transformada por D. Lope en algún almacén del patio de armas y desmantelada después, seguramente, al hacer la nave barroca (para coger las piedras), dejando ese hueco en el suelo que aún vimos; hasta que lo taparon, no hace tanto, echando tierra para ponerlo al nivel del patio.
Pero, centrándonos en el tema del título, de la cripta de D. Lope hablé ya en dos artículos del Facebook de Mesones (amén de varios comentarios en otros sitios), el de 7 y 18 de mayo de 2021. Los reproduzco aquí y después hago un pequeño resumen para atar cabos y que no se quede nada suelto, por si acaso. La letra en rojo también ayudará.
CRISTO TALLADO EN ROCA, EN PIEDRA SILLAR, DE ESTILO ROMÁNICO, ESCONDIDO ENTRE LA OSCURIDAD DEL PASADIZO QUE LLEVA A LA CRIPTA DEL CASTILLO (7-05-2021)
En la visita realizada al castillo con Rosa Nati y Pedro para obtener fotografías de buena calidad, bajamos a la cripta y la casualidad hizo que Pedro se fijase en un Cristo tallado en una piedra sillar del pasadizo del que nadie antes se había dado cuenta (Alberto me dijo que de pequeños ya lo vieron; y estaba igual que ahora; es decir, no fueron ellos quienes “hicieron el traje”). No somos entendidos, pero parece de estilo románico. Alguien que entienda podrá arrojar más luz sobre su origen, nosotros simplemente informamos sobre su localización y para que se sepa que está ahí, no quede en el olvido y puedan estudiarlo en un futuro.
Aprovecho para poner fotografías de la increíble y, al mismo tiempo, desconocida cripta. Lo cierto es que su acceso no es bueno (ahora lo han mejorado, como vimos ya en las fotos, la entrada a las escaleras de la bajada -lo hicieron ya después de bajar nosotros-). Fue utilizada no hace tantos años para poner colmenas de abejas (igual era el cura; algunos eran muy “agudos”, o “listos”). Aprovechaban las ventanas de la cripta como colmenas, todavía hay restos de cera en las maderas que quedan en las ventanas. De muy pequeños no nos atrevíamos a bajar porque se oían los zumbidos antes de asomarte a la sala; y si se te echaban encima, aquello era una “ratonera”.Cuando se extinguieron, porque dejaron de cuidarlas, ya entrábamos muchas veces con alguna vela de la sacristía.
También os acordarais que hace aproximadamente unos 40 años había otra entrada a la cripta desde la nave de la ermita, que se cerró cuando se cambió el suelo de la nave,que era de yeso con azulejos verdes (igual que el de la actual capilla de la virgen), por suelo de terrazo, mucho más fácil de limpiar.
Tras leer el libro de Eloy, que hablaba de la incógnita del madero de la cripta, de cómo lo habrían metido allí y por qué lo habían dejado dentro, rompiendo la hermosa estética de la cripta; puesto que por la actual entrada es del todo imposible introducirlo; pensé que Eloy no sabía nada de la antigua entrada cerrada hace 40 años, y quizá por esta entrada sí que pudieran bajar un madero o un ataúd para enterrar al señor del castillo. Pero, una vez in situ en los pasadizos de la cripta, pude comprobar que por la antigua entrada cerrada era también imposible, pues el final de las escaleras acaban girando en recodo a la izquierda, para ya acceder al interior de la cripta, no habiendo ángulo de giro suficiente. En realidad, estaba bien pensado hacer una bajada en recodo para que después lo que hubiera allí no se pudiera expoliar (o lo rompían o no se lo podían llevar; y roto ya no vale). Todas las obras y piezas se harían en la misma cripta; es como lo de meter un gran tonel a una cueva, uno se piensa cómo lo han podido meter, ya que no cabe por la puerta.
El por qué dejaron ese madero allí encajado, también es un misterio. Pueda ser que todas las reformas que tuviera previstas el hombre no llegaran a realizarse debido a su muerte, y como bien dice Eloy en su libro, en la primera página, ese mismo día se paralizarían todas las obras del castillo (y ya sabemos que los Urrea no movieron un dedo).
Ese madero deberá quedar por siempre en la cripta guardando el secreto de D. Lope, y que los guías del castillo habrán de aprovechar para estimular la imaginación de los visitantes.
No obstante, nosotros creemos que el madero lo meterían por arriba, como el resto de los que emplearon en hacer la cúpula. D. Lope transformó ese subterráneo (los antiguos calabozos templarios) en una cripta cuando decidió hacer la capilla en la torre. Para ello cambió el techo de la cripta usando elementos nobles (bóveda de crucería con la luna del escudo del arzobispo en la clave), ya que lo hizo para que pudieran enterrarse ahí sus herederos y transmitir con ello a la historia su legado, bien visible en todas las partes del castillo (les construyó también, nada menos, que un palacio en el castillo).
Sin duda (y es que no cabe otra), el arzobispo tuvo desde siempre una obsesión por el castillo de Mesones e invirtió en él, como hemos podido ver, buena parte de su patrimonio, en su reforma y en la adaptación del castillo para hacer también aquí un gran palacio. Sólo la columnata de la terraza debía valer ya lo suyo (aún no sabíamos que las columnas las había cogido del claustro occidental, donde hizo el patio de armas del castillo).
Lo más seguro es que desde su niñez pasara en el castillo de Mesones largas temporadas ya que su abuelo fue también señor de Mesones, como vimos en la documentación, y dueño "de la mitad del castillo". Y es posible que él mismo le pidiera al rey Pedro IV que le diera la jurisdicción de Mesones (y, por tanto, el castillo) a cambio de los servicios prestados, debido a este apego al que podía tener ya desde niño. Castillo en el que estaría después con frecuencia también (si no había estado antes)ya que lo había tenido su cuñado muchos años, Fernán Gómez, como vimos, a cuya mujer, su hermana Toda, dejó toda su herencia (el arzobispo).
El día 2 de marzo de 2021 había publicado en el facebook esto:
o, tenemos el dato de laorden general de aparejamiento18de Pedro IV de 12 de juniode1357dirigida, en este caso, a Fernán Gómez de Albornoz (cuñado del arzobispo D. Lope; y al que cita Alberto en su artículo) sobre los castillos de Mesones, Tierga y Jarque, sobre los que tendría en ese momento la tenencia
o, tenemos el dato de laorden general de aparejamiento18de Pedro IV de 12 de juniode1357dirigida, en este caso, a Fernán Gómez de Albornoz (cuñado del arzobispo D. Lope; y al que cita Alberto en su artículo) sobre los castillos de Mesones, Tierga y Jarque, sobre los que tendría en ese momento la tenencia
o, tenemos el dato de laorden general de aparejamiento18de Pedro IV de 12 de juniode1357dirigida, en este caso, a Fernán Gómez de Albornoz (cuñado del arzobispo D. Lope; y al que cita Alberto en su artículo) sobre los castillos de Mesones, Tierga y Jarque, sobre los que tendría en ese momento la tenencia
Dado que lo siguiente no lo debe conocer casi nadie (no lo dice ni Ana Mª ni Prades, que desconocían este dato), y es importante para la historia del castillo, tenemos el dato de la orden general de aparejamiento de Pedro IV de 12 de junio 1357 dirigida, en este caso, a Fernán Gómez de Albornoz (cuñado del arzobispo D. Lope; y al que cita Alberto en su artículo) sobre los castillos de Mesones, Tierga y Jarque, sobre los que tendría en ese momento la tenencia. El "aparejamiento" era el preparar los castillos para la guerra, en este caso con Castilla, como así terminó ocurriendo. Como ya vimos, Fernán Gómez fue comendador de Montalbán, es decir, el "jefe" de la orden de Santiago en Aragón, encomienda de Montalbán que le otorgó el rey Pedro II a esa orden. Desaparecida la orden del Temple (la "guardia personal del rey") los reyes siguieron confiando en estas órdenes o se crearon otras que sustituyeron al Temple. En el libro de Eloy están las "claves" de todo esto y que, sin duda, ayudan a explicar la historia del castillo de Mesones.
EL MISTERIO DEL MADERO (18-05-2021)
El 7 de mayo de 2021, en la publicación de Facebook del Cristo tallado en roca, en piedra sillar, ya nombraba este madero, puesto que era una incógnita el cómo lo habían introducido en la cripta.
Como dijimos, el arzobispo cambió el uso de esos subterráneos para hacer una cripta y para ello cambió el techo, sin desmantelar el anterior, haciendo una bóveda preciosa de crucería que diera categoría a la sala.
Cómo habrían metido allí el madero y por qué dejaron ese madero allí encajado, es un misterio, aunque dejamos una opinión. En relación con lo primero, creíamos que el madero lo metieron por arriba, como el resto de los que emplearon en hacer la cúpula, haciendo una pequeña abertura en el techo (he resumido un poco este párrafo del “Face”, era demasiado largo).
Pero, ahora tenemos otra hipótesis, que toma más fuerza que la primera. El día 11 de mayo de 2021 estuvimos viendo de nuevo el castillo y bajamos a la cripta, y uno de los que allí estaban, que no recuerdo quién, comentó en plan de risa con respecto al misterioso madero: ¿y si lo metieron por una de las ventanas de la cripta?
A lo que los demás le contestamos que era del todo imposible, pues esas ventanas son abocinadas, siendo su abertura en su comienzo del muro exterior fina y alargada (de medio palmo aproximadamente), aunque conforme va hacia el interior se hace más ancha gradualmente hasta tener una anchura considerable por la que sí que cogería un madero, perfectamente.
El comentario quedó ahí, sin más importancia, pero cuando ya salimos del castillo aprovechamos para bajar al pueblo por la muralla norte, en vez de por la carrera de acceso. Nada más pasar la caseta del guía llegamos a la torre noreste y nos enfrentamos al vano exterior de la ventana de la cripta, a la que momentos antes habíamos estado estudiando en el interior de la cripta. Y nos fijamos en algo en lo que antes nunca nos habíamos dado cuenta sobre esa ventana, “varias de las piedras que rodeaban ese vano se veían claramente modificadas, no eran las originales, las cuales habían arrancado y posteriormente habían puesto otras.”
La deducción siguiente era lógica, el método más sencillo y barato para introducir los maderos en la cripta fue arrancar tres piedras de la ventana y simplemente con eso ya tenían hueco suficiente para meter los maderos desde el exterior del castillo, ahorrando mano de obra y esfuerzo. El resto de materiales lo podrían introducir bien por aquí o bien desde el castillo por la bajada a la cripta.
¡¡¡Realmente, aún nos queda saber por qué dejaron ahí ese madero, y sólo ese!!!
Seguramente será siempre un misterio, “el misterio del madero de la cripta”, del castillo de Mesones.
Recopilando:
Parece ser que en la guerra de los Pedros, debido a la orden del rey de Aragón de derribar todos los castillos que no se pudieran defender, o que no fuera a defender (llegado un momento, Mesones estaba muy cerca de la frontera castellana y había muchas otras ciudades importantes hasta Zaragoza), la capilla templaria quedaría seriamente dañada al estar en esa parte este del castillo, en la que se podría “hacer rampa” (ya vimos que desmocharon esa torre sureste; y a los propios habitantes de Mesones, quizás, no les importaría nada esta capilla; quizá empezaran por aquí, como dije una vez, “órdenes son órdenes”). D. Lope después quiso reconstruir la capilla del castillo, pero ya no en ese sitio, consideró mejor, seguramente para hacer la cúpula actual (la Jerusalén Celestial -como buen “templario”, como el “heredero”- que pudo ver representada en el castillo de Mesones), trasladarla a la torre noreste, a la cual seguramente habrían también quitado el arco para hundir el techo y hasta la desmocharían en parte (también ésta tiene en las esquinas, como la torre sureste, unas líneas de piedra labrada en el sillar hasta una altura).
Como siempre he dicho, creemos que los calabozos templarios estarían en el subterráneo de esa torre noreste, muy profundo, al mismo nivel que el aljibe templario (es decir, lo más hondo del castillo, en ese muro norte, donde el terreno estaba más inclinado y hubo que hacer subterráneos para igualar el suelo del patio del castillo; por otra parte, donde debían estar unos calabozos, en lo más profundo), y justo al lado del aljibe, era la continuación (y es que no había otro sitio mejor; y, en realidad, ni peor). Y aquí los presos no estarían sueltos, sino atados con cadenas; los agujeros de sujetar las cadenas los tapó D. Lope al hacer la cripta (es difícil que ese Cristo lo hiciera algún preso). Y vimos que sus paredes no estaban hechas de buena piedra sillar, como correspondería a una cripta “templaria”, y el techo de esa bóveda sería como el que le continuaba, el del aljibe, de piedra de rodeno, mampostería; como las “cuadras”, tampoco digno para una cripta (al ser para calabozos, no podía ser como el de la almena alta o el de la sala de la Felipa; o hasta como la bodega de la torre central norte, con arcos). Por ello D. Lope lo hizo nuevo, para dar categoría a la sala, poniendo su escudo “simplificado”, la luna, y sin quitar ni romper el otro techo: metió los maderos por las ventanas (si se picara en el techo, saldría el anterior, de rodeno).
Al trasladar aquí la capilla y la cripta, y hacer un nuevo aljibe en su “palacio”, el anterior templario lo destinó a los calabozos (no había tampoco mejor sitio ahora), como ya vimos, quitando las escaleras y tapando la entrada a los almacenes que estaban encima del aljibe (con mampostería, como también vimos); y haciendo el agujero arriba, en el centro de la bóveda (no le valía el de la polea para subir los cubos que estaba pegado al muro, tenía que estar en medio para que no pudieran trepar, para evitar las fugas -todo concuerda-). Y es que parece ser que en este castillo, como en casi todo, solo hay que pensar con lógica.
Angelines Domingo: Supongo que en aquella epoca, donde nadie o casi nadie apreciaba, estas cosas, el castillo quiedò abandonado y se llevaban las piedras, hicieron que las abejas criaran a sus anchas y seguramente se hicieron otras atrocidades, si hubiera habido la cultura de ahora y tambien los medios, todo hubiera sido diferente, no se puede culpar a nadie, eran otros tiempos, suerte que todo cambia y hay quien se preocupa de que todo se aclare, un gran reportaje muchas gracias
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