LA TORRE CENTRAL NORTE. ¿EL ÚLTIMO BALUARTE DEFENSIVO DEL CASTILLO?
¿SAETERAS Y MATACANES QUE MIRAN AL INTERIOR DEL CASTILLO? LA ALMENA DEL CENTRO DEL MURO NORTE: ¿EL ÚLTIMO BALUARTE DEFENSIVO DEL CASTILLO?
Efectivamente, esta torre parece estar diseñada por los templarios (las obras de D. Lope trastocaron después toda la lógica defensiva -y constructiva- del castillo; quizás, tras la experiencia de la guerra de los Dos Pedros, consideró exagerada su defensa -quizás, tuviera razón y este castillo fuera concebido, más bien, para guerras en Oriente-) para ser el último reducto defensivo dentro del propio castillo, cuando éste hubiera sido ya asaltado por los enemigos. Aquí podrían haberse refugiado y resistido un tiempo a la espera de refuerzos. Además, en el subterráneo de esta torre estaban lo que los mesoneros siempre hemos conocido como las “despensas”, es decir, el almacén de alimentos para las personas y, seguro, el vino. Era, sin duda, pues, el mejor sitio para resistir.
Éste es el título y el comienzo del artículo que saqué en el Facebook de Mesones el día 21 de abril de 2021. Y continué diciendo lo siguiente:
Aquí siempre hemos dicho también (los mesoneros) que estaba la boca del subterráneo o pasadizo (el túnel) para salir del castillo, como bien cita Eloy en su libro. Era, pues, también el mejor sitio para ello. Nunca la encontramos, quizás es porque haya que excavar en el suelo para verla o porque esté fuera, junto a esa torre, dentro del castillo. Si es así, ese espacio subterráneo estaría también cerrado y protegido. Desde ahí, en esa dirección, pasando cerca de la torre central sur, ha dicho siempre Carlos que está el túnel para salir del castillo (bajaría por el Barrio Alto hasta el Barrio Bajo; y otra rama, antes de llegar al barrio Alto, saldría a la izquierda en dirección al río; tiene sentido, una iría a la acequia del pueblo y la otra directamente al río). Sabiendo, pues, como nos ha dicho Carlos, dónde podría estar, no sería difícil, quizás, dar con él. Esto supondría, además, darle un empujón mayor al castillo.
También vemos matacanes interiores en la almena de enfrente (la torre central sur), la de la sala de la Felipa, y podría haber tenido también saeteras. Pueda ser que ambas torres se comunicaran con el famoso túnel; es más que una posibilidad. Quizás algún día se compruebe.
Y en el reportaje de 30 de enero de 2022, con lo que ya sabíamos entonces, amplié la información sobre esta torre:
Ya le dediqué en su día un artículo a esta torre (lo anterior), y hablé también ahí del famoso pasadizo, indicando, en relación con la primera, que parecía concebida también, en el castillo templario, para una defensa interior dentro del propio castillo, al estar equipada con saeteras y matacanes interiores. Y que aquí estaban, en su subterráneo, las “despensas” del castillo, como siempre hemos dicho los mesoneros.
Sin embargo, nos hemos dado cuenta que al final esta torre protegía todavía mucho más, en realidad, todo el “sustento” del castillo, ya que desde esa torre se controlaba también la entrada a las caballerizas, al aljibe y a los almacenes, situados encima de éste, donde se guardaría no sólo el heno y el pienso para los caballos y animales sino todo el trigo o la harina para hacer el pan y otro tipo de alimentos. Y, quizá, encima de estos almacenes podrían haber estado las cocinas, como las puso después d. Lope, cerca del nuevo aljibe, para el suministro de agua, con alguna polea y un cubo; y el refectorio. La entrada al refectorio se hacía desde el claustro y enfrente de ella, se situaba el lavatorio, una estructura techada que contiene una fuente de agua (cerca, pues, del aljibe),donde los monjes podían lavarse antes de entrar a comer. Una ventana comunicaba el refectorio con la cocina, permitiendo el paso de la comida y los platos a través de ella. Ya solo nos falta, pues, ubicar los dormitorios de los monjes; pero, solo nos queda la zona del muro de la actual puerta del castillo, el que mira al sur, el más soleado -no eran tontos- (como la habitación del jefe): ahí estarían.
En el subterráneo de la torre central, las despensas, se guardaría sobre todo el aceite y el vino, además también de otras provisiones, como los jamones o embutidos, seguro. Llegado el momento de tener que resistir en esta torre un tiempo, éste era, sin duda, como ya dije también, el mejor sitio.
Además, como podemos ver, dicha torre tenía un saliente hacia el interior del castillo que estaría rematado con almenas, almenas “interiores” también, aunque suene raro. Abajo a la izquierda, mirando desde el interior del castillo, en el nivel inferior de éste, estaría la puerta de entrada a las caballerizas, a los almacenes y al aljibe; y, seguramente, hasta con reja. En el centro de ese saliente estaría la puerta para entrar a la torre, al nivel de la planta de entrada del castillo y, quizás también, con su reja (podría ser todo esto, pues, como un castillo dentro del propio castillo; y, además, “autosuficiente” -como hemos visto-, por un tiempo).
Lo mismo sucedería con la torre central sur, que tendría también su saliente, para “igualar” el castillo (todo sería simétrico), si bien aquí no había planta inferior (al nivel del patio era ya roca). Y ya vimos que tenía también matacanes interiores; y posiblemente podría haber tenido también saeteras, al menos, ese saliente interior de la misma, hoy desaparecido, al igual que su gemelo de enfrente.
Lo anterior, como ya dije una vez, nos lleva a pensar que ambas torres centrales pudieran haber estado comunicadas con el túnel o subterráneo de salida del castillo (ya que pasaría, al menos, cerca de esa torre central sur antes de salir del castillo, como nos dice Carlos), que podría comenzar en el bajo de esa torre central norte (era el punto más alejado del castillo -y como vemos, el mejor protegido- para que la pendiente fuera siempre menor). Y llegado el caso de esta defensa interior del castillo, el camino de ronda, lógicamente, debía ser cortado y también defendido. Seguramente esto no llegaría a ocurrir nunca, pero previsores fueron, sin duda.
El saliente, seguramente tan defensivo como el de la torre central norte, de la torre central sur fue modificado al completo por D. Lope para hacer un aljibe (el de las caballerizas, como ya vimos). Y es curioso que su construcción, pegado a la torre sur, en mampostería, como casi todas las obras que hizo d. Lope (aunque la pared de la torre la reforzó con “piedra buena” -sillares que arrancaría de algún sitio- para evitar humedades, en la sala de la Felipa), se haya confundido en algún sitio con los restos de una torre cuadrada, de algún “otro castillo”.
Y pueda ser que esto de los matacanes y saeteras interiores (de las dos torres centrales), quizá, ha podido dar pie también, como ya vimos en este Facebook el 28 de diciembre de 2021, a pensar que hasta aquí podía llegar un primer castillo (o segundo, o tercero; la verdad, no se entiende). Pero, al quedar también en ese caso otros (matacanes) y otras (saeteras) interiores, respectivamente (los que miran al corral de ganado), supongo que no es por eso. Pero ya es raro dividir en dos el castillo.
Y en relación con la estructura del castillo (para ver que eso de dividir en partes la construcción del castillo no tiene mucho sentido, ni aceptación; como también dijo “Prades”, que se hizo todo de una sola vez), como se desprende de los planos, nos dice Ana Mª Gascón de Gotor en su tesis: “Tendremos una idea clara de su interior si pensamos en que su patio de armas forma un rectángulo cuyos vértices están matados por los torreones, lo mismo que en el centro de sus lados más largos. Por lo tanto, su construcción interior responde exactamente a su arquitectura exterior”. Parece que se esté refiriendo claramente al “castillo templario”; con D. Lope pudo ser ya otra cosa, al dividir en dos el castillo, como vemos en el segundo plano (éste sí que lo dividió en dos): la zona palaciega, con su jardín y claustro en medio (ahora podría haber puesto hasta una fuente, con el aljibe de las caballerizas, como hizo el Papa Luna en Peníscola: convirtió el claustro en un jardín con una fuente en medio), en la zona occidental; y el patio de armas, junto a la entrada del castillo, en el lado oriental.
Ya nos dijo también Eloy que todo el interior del castillo (templario) sería un claustro; en este caso, parece ser, alargado (un rectángulo, como decía Ana Mª) y, quizás, dividido en dos partes, separado por esos dos salientes de las torres centrales (la oriental y la occidental -como he dicho ya alguna vez-; en consonancia, quizá, con la propia filosofía del castillo templario), creo.
Es extraño que antes nadie hubiera dicho nada de todo esto. Y es que todo está a la vista.
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