LA VIRULENTA “PESTE” SUFRIDA POR MESONES EN EL AÑO 1694
LA VIRULENTA “PESTE” SUFRIDA POR MESONES EN EL AÑO 1694
Los mesoneros de 1694 sufrieron otra epidemia diferente a la actual, “La Peste”, tal fue la virulencia de esta epidemia que el párroco de Mesones falleció y los frailes de Gotor y y los capuchinos de Epila se excusaron de subir a Mesones a asistir a los mesoneros enfermos y sólo los hermanos franciscanos del Convento de San Lorenzo de la Almunia asistieron con compasión a mujeres y niños en la peste.
En agradecimiento a esa asistencia, el concejo de Mesones con su buen juicio y entendimiento con fecha de mes de marzo de 1694, envió una carta en la que se comprometía a mandar a dicho convento perpetuamente gallinas, huevos y uvas para sus enfermos en las cuaresmas y fiestas de los patronos de Mesones. Firmada como “Todo el concejo junto”. La carta procede del “Libro Cabreo del Convento de San Lorenzo de La Almunia”, que está depositada en el Archivo Parroquial de la Almunia.
“ Hermano Guardián del Convento de la Almunia:
Todo el Concejo junto
Antigua ermita de San Roque. Sobre los años 30 del s. XX. Los nuevos pobladores de Mesones, desde que echaron a los “moros” (julio de 1610; los habitantes de Mesones desde los orígenes de esta población; como ya sabemos, la mayor parte, rubios y pelirrojos -como denotaban algunos “apellidos”- y muy altos -como vimos en el cementerio de la Solana-; descendientes de los antiguos celtíberos; como ya nos dijo Alberto), construyeron ermitas en las entradas a la población de Mesones, para que los santos de las mismas les protegieran frente a las pandemias (pestes y cóleras); para que no entraran éstas a la población. Como veremos luego, esta ermita de San Roque pudo construirse a principios del siglo XVIII. Pero, como vemos, pudo existir una ampliación posterior, al estar la espadaña, con su campanillo, ya alejada de la nueva puerta de entrada. La devoción a San Roque se haría mayor, con el aumento de población, y tuvieron que ampliar la ermita (como pasó con la ermita del castillo). Sin duda, una fotografía para la “historia”. Vemos a la derecha una carreta, como las que venían antes de los gitanos y quinquilleros. Precisamente, en esa era, junto a la carretera, paraban mucho.
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