EL CASTILLO DE SÁDABA VISTO DESDE MESONES
Este artículo lo publiqué en el Facebook de Mesones el 29 de noviembre de 2021. Lo recojo aquí tal como apareció allí en ese momento, sin rectificar nada, dado que no he sacado en este blog todavía los artículos de las marcas o signos de cantero del castillo de Mesones, que haría cambiar lo reflejado en este artículo del castillo de Sádaba sobre ese tema. De esta manera mantengo todavía la “intriga” hasta que saque esos otros artículos aquí. Solo he añadido varias fotografías y comentarios sobre el castillo de Castejón de Monegros, dada la similitud con el de Sádaba, y de su famosa fuente Madre; y una fotografía de una iglesia templaria francesa.
EL CASTILLO DE SÁDABA VISTO DESDE MESONES
Puede haber mucha gente, y sería lo normal para los que no somos entendidos, que piense que no puede ser que en un castillo como el de Mesones (como los hay en pocos sitios) no esté bien documentado su origen; vamos, que no haya algún papel que “diga claramente” que el castillo lo hizo “fulanito” (aunque no pusiera la fecha; ya intentaríamos sacarla).
Y ya sabemos que no nos vale lo que dijo Diego de Espés (de Arándiga) en el siglo XVI en su Historia Eclesiástica de Zaragoza, como ya vimos. Sin embargo, los entendidos ya saben que, para ese tiempo (la Edad Media; otra cosa es ya la Edad Moderna), esto es lo más normal del mundo, lo contrario sí que sería “toda una excepción”.
Veamos, por ejemplo, el caso del castillo de Sádaba, como el de Mesones, uno de los mejores castillos de Aragón, como todo el mundo sabe. Pues bien, de éste no se sabe absolutamente nada (como el de Mesones antes, ya que lo que se sabía del nuestro ya vimos que estaba mal), ni quién lo hizo, ni cuándo se hizo; e, incluso, hasta por qué se hizo, que parece más grave (porque las cuentas tampoco cuadran al final).
Parece también raro, pero así es. Dice “José Antonio Martínez Prades”:
“sobre su certero origen gravita un mar de dudas del que solo podemos afirmar, atendiendo al estilo de la fortaleza, que se trata de una obra del primer tercio del siglo XIII”. Esto es todo. Así, pues, de antes de 1233; y de documentación, pues, nada.
Pero, si pones en internet “castillo de Sádaba origen”, lo primero que te sale es: “Fue erigido en la segunda mitad del siglo XIII, destacando de entre los de su época por su planta geométrica rectangular” (el de Mesones también es así, rectangular).
Esto sí que es bueno, a ver si va a ser más joven y “nuevo” que el de Mesones, cuando siempre se ha dicho lo contrario y, además, con más de siglo y medio de diferencia; estamos buenos a estas alturas.
Sin embargo, las “suposiciones” que se han hecho casi siempre (por hacer coincidir ciertos hechos históricos, no más) es considerar que ese castillo lo pudo hacer el rey Sancho VII de Navarra sobre 1223, cuando se apoderó del pueblo ante la minoría de edad de Jaime I. Aunque parece raro gastarse tanto en un sitio que no es tuyo y que igual después lo tienes que devolver, como así pasó. No sé.
Pero, en la puerta de entrada a la capilla del castillo está la cruz de la orden de San Juan del Hospital. Esto, y sin haber tampoco documentación alguna que lo corrobore, ha dado también pie a decir que ese castillo lo pudieron hacer los hospitalarios y, para relacionarlo todo y que todo cuadre, con el “permiso” del rey de Navarra en ese momento.
Vamos, que si del castillo de Mesones ya hemos visto que antes no se sabía nada, de éste tampoco.
Vista la experiencia con el castillo de Mesones, uno se atrevería a opinar, claro está, sin pruebas, que pudieron ser realmente los hospitalarios (otra orden religioso-militar, como los templarios) los que hicieran este también magnífico castillo-monasterio (por su capilla; y por su dinero); y que en algún momento de la historia alguien hizo desaparecer también todas las pruebas de que los propietarios del castillo eran ellos. Pero, como ya digo, son también meras suposiciones.
Además, la orden de San Juan siguió un camino muy diferente a la del Temple (a la que hicieron desaparecer muy pronto, y en solo un día, como sabemos, entregando “parte de sus bienes” en Aragón a esta del Hospital, por lo que se hizo mucho más rica).
INTERIOR DEL CASTILLO DE SÁDABA
Pero, sobre el momento de su construcción, tampoco sería descabellado decir (como hemos visto que dice “internet”) que también se pudo hacer mucho después de lo que se dice y que, incluso, hasta pudiera coincidir en el tiempo con el de Mesones. Además, los signos lapidarios de los dos castillos no coinciden, quizás, porque no podían trabajar los mismos canteros a la vez en las dos fortalezas. Esto puede ser también una buena pista.
Algo que hemos visto que sí ocurre con los de la ermita de San Bartolomé de Ucero y los del castillo de Mesones (muchos signos coinciden y otros solo presentan pequeñas variantes; aunque en Mesones, lógicamente, hay muchos más; casi 200 diferentes -no sé si esto ocurrirá en algún sitio, difícil-), aunque ésta se hubiera hecho varias décadas antes (las logias de constructores mantendrían en el tiempo, más o menos, las mismas marcas distintivas).
También hemos podido saber que esta ermita la hicieron canteros aquitanos de la cofradía de constructores de los Hijos del Maestro Jacques (Santiago), algo importante también, pues, para Mesones (ya vamos sabiendo más cosas de nuestro castillo).
Sádaba (que se lo había quedado por la cara el rey de Navarra) volvió a Aragón por solicitud de sus vecinos en 1261 (Aragón era ya mucho más fuerte). Años después se puso en armas su castillo por la guerra contra Navarra y Francia de 1283.
Jaime I sí que tenía, como en el caso de Mesones, un claro motivo para hacer en Sádaba su castillo, y los hospitalarios, pues, quizás, como en Mesones: habrían recibido del rey Jaime después de la conquista de Valencia un gran botín por su participación en la misma y ya tenían también una fortaleza espectacular para el control de sus innumerables posesiones; y cerca del camino de Santiago, además, para ejercer su influencia sobre Europa, donde tenían inmensas propiedades (en la Edad Media el poderío se medía por cómo era tu castillo; esto lo supo muy bien D. Lope, algo que aprovecharon después muy bien sus sobrinos; aunque poco después cambiaron los tiempos porque la monarquía fue cada vez más “absoluta”).
Al final, podría ser cierto que el castillo de Mesones es más viejo que el de Sádaba. Qué cosas. E iba a poner que miraran los de allí si por esas fechas hay algún privilegio, como en Mesones, del rey Jaime a esa población; ya que, como aquí, habrían contribuido en gran medida los de Sádaba en su construcción, al ser, quizás, también, los más interesados (aquí también se podrían refugiar bien). Pero, ya he visto que sí:
Por privilegio dado en Ejea el 5 de diciembre de 1263 (el de Mesones se dio en Épila), el monarca confirma todos sus derechos y franquicias y declara Sádaba villa realenga. Y el 8 de abril de 1400, Martín I El Humano confirma los privilegios otorgados por Jaime I y Jaime II y ratifica la incorporación del castillo y la villa de Sádaba a su corona (después de haber estado en manos de algún noble).
Y, además, qué coincidencia, igual ambos castillos se pudieron terminar, incluso, a la vez, dado que los privilegios a Mesones son también de 1263, en este caso, de Abril. Demasiadas coincidencias para no ser todo “verdad”.
Y en cuanto a lo que dijo “Prades” sobre el castillo de Sádaba (sale por internet; aunque no lo digáis muy alto) sobre sus elementos constructivos, si lo leéis, veréis que absolutamente todo podría aplicarse perfectamente al castillo de Mesones (es que hasta parece que se está refiriendo a él), una vez descartados, lógicamente, los elementos del gótico más tardío de las reformas de D. Lope. Y, lógicamente, incluyendo aquí los elementos propios de las construcciones religiosas y “simbólicas” templarias, en este su monasterio-castillo, algo en lo que eran menos “escrupulosos” los de la orden de San Juan (estaban menos influenciados, quizás, por el conocimiento y el saber de las civilizaciones antiguas y por el misticismo -les interesaban menos estas cosas; aunque el saber era también poder, y si hubieran dejado en paz a los templarios no sé ya dónde estaríamos-).
Y hasta la capilla pudo ser parecida, como he leído: “capilla de planta rectangular cubierta con bóveda de crucería que descansa sobre cuatro columnas situadas en los ángulos de la misma” (como la de Francia que vimos).
Además, serían los hospitalarios (como los templarios) más receptivos a esa influencia europea (venida de oriente, de cuando las cruzadas) del modelo de castillo denominado Felipe-Augusto, el mismo que el de Mesones y que ya conocemos (planta regular con camino de ronda en la muralla, para una defensa eficaz por todos los lados); algo, como se ve que dicen los expertos, bastante raro por aquí en ese tiempo y que también lo seguiría siendo después (la razón, el “dinero”; castillos así, en ese tiempo, no los podía hacer cualquiera).
Y han dicho también, por sus elementos constructivos y por los signos de cantero, que, como el de Mesones, el de Sádaba se hizo “de una tacada”, sin pausas y de nueva planta. Y también, como el de Mesones, sobre un castillo anterior (de 1125 data la primera noticia documentada sobre un castillo en Sádaba: “aquel castillo nuevo que hicimos -Alfonso I, cuando la conquista- en el campo de Sádaba". Al final, parece ser, todo puede encajar. Quién lo hubiera dicho hace nada.
Desconocemos todo de Sádaba, pero en el caso del castillo de Mesones, y de la propia villa de Mesones, sí que es presumible (como ya he dicho varias veces) que toda la documentación existente en determinados lugares a disposición de determinadas personas o entidades que la relacionara con el Temple la hicieran desaparecer. Aunque, siempre se dejarían algo, seguro; ya vimos a Miret y Sans y también la carta sobre la queja de los templarios por lo del señor de Jarque.
Es muy probable, por todo ello (cuanto más cerca, más fácil es borrar las huellas), que por aquí, y me refiero a Aragón, no encontremos gran cosa. Sin duda, la información más valiosa tiene que estar algo más lejos, probablemente, como ya dije una vez, en Barcelona (aunque también podría haber algo en Madrid), sobre todo, en los archivos que allí haya de la Corona de Aragón; de donde Miret y Sans pudo sacar la información que relacionaba a Mesones con el Temple.
Probablemente haya que esperar a que toda la información que exista allí sea digitalizada y que algún catalán nos ayude en esto. Hasta entonces quizá no se pueda hacer mucho más en este sentido.
Con lo que has sacado, anda que no tienen ya los expertos para estudiar.
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